Gigantes de cuentos de hadas y un romance fantástico

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Jack El Caza-Gigantes

No llegué a ver Jack El Caza-Gigantes cuando se estrenó en los cines. No porque no quisiera; simplemente porque se me pasó, y porque no estaba lo suficientemente emocionado por verla como para forzarme a comprar una entrada. El director de la película, Bryan Singer, ha formado una buena carrera haciendo desde filmes de cómics (comenzando con la primera entrega de X-Men, considerada, junto con Blade, como uno de los catalizadores de la obsesión que se tiene ahora por las producciones de super héroes) hasta películas de guerra más serias (Operación Valquiria.) Por ende, tenía expectativas algo altas para Jack El Caza-Gigantes: los avances eran mediocres, pero sabía que tenía un buen director, y el reparto estaba igual de llamativo.

La película está basada en los antiguos cuentos de Jack y las habichuelas y Jack el Matagigantes. Nicholas Hoult intepreta a Jack, un simple granjero que vive con su tío quien un día, cuando va a vender su caballo al mercado, lo intercambia por unos frijoles supuestamente mágicos. Es en ese pequeño viaje que también conoce a la princesa Isabella (Eleanor Tomlison), hija del Rey de Cloister (Ian McShane), cuando trata de salvarla de unos bandidos. Esa noche, y por accidente, los frijoles caen en la lluvia y hacen que crezca una planta gigante, la cual se lleva a la Princesa a los cielos. Jack, entonces, decide ir a salvarla, acompañador de los protectores de la Princesa, Elmont (Ewan McGregor) y Crawe (Eddie Marsan.) El futuro esposo de Isabella, Roderick (Stanley Tucci) también los acompaña, pero él tiene otros planes, puesto que sabe que en un pequeño reino en los cielos se encuentran los gigantes, liderados por Fallon (Bill Nighy), y él tiene cierto objeto que lo ayudará a controlarlos.

En general, la película es buena. Como uno esperaría de una producción de este tipo, visualmente es bastante impresionante. El reino de Cloister es creado a través de escenarios reales, CGI y sets, y se ve bastante creíble. Para darle un feeling más épico, el clímax del filme consiste de una batalla muy similar a lo que uno encontraría en la trilogía del Señor de los Anillos, y es suficientemente emocionante y creativa como para no sentirse demasiado genérica. (Y además se siente como una extensión natural de la trama, a diferencia de otras modernizaciones de cuentos de hadas… ¡me refiero a ti, Blancanieves y el Cazador!) Lo que si no me gustó, y es algo que está ocurriendo en varias superproducciones últimamente, es el exceso de efectos digitales. Por ejemplo, ¿cuál era la necesidad de hacer a los gigantes criaturas digitales actuadas a través de captura de movimiento? No se ven reales para nada, especialmente en comparación a los actores de carne y hueso. Supongo que Singer los creó en computadores para hacerlos más grotescos y exagerados, pero a mi parecer no tienen nada que no podría realizarse a través de maquillaje o trucos similares. Y en general, hay varias escenas que se ven como algo sacado de un cutscene de un video-juego.

Las actuaciones son bastante decentes. Nicholas Hoult es valiente e inocente, y su química con Eleanor Tomlison es palpable. No será la mejor historia de amor del cine (y si creen que mencionar que los dos se enamoran es un spoiler, deberían ver más películas), pero funciona. Stanley Tucci exagera como la mayoría de villanos en películas fantásticas, e Ian McShane nos brinda a un rey justo y honorable. Como el caballero protector con más escenas, Ewan McGregor es carismático y divertido, aunque es a veces un poco tieso, como si estuviera actuando en la película más por su cheque que por pasión, o como si no estuviera en la escena. Uno creería que después de tres películas de Star Wars, estaría más acostumbrado a actuar en una pantalla verde.

En fin, la película es a veces predecible (después de todo, está basada en una historia bastante antigua), pero contiene suficientes sorpresas o cambios como para no resultar aburrida. (Me sorprendió el nivel de violencia – es caricaturesca y para nada sangrienta, pero algunas muertes son algo sádicas y a veces bien repentinas.) Es divertida y ligera, una aventura que te deja con una sonrisa en la boca porque, para variar, no se trata de un filme sombrío y oscuro y lamentoso y sínico, como ha estado produciendo Hollywood en los últimos años. Es, más bien, una película de aventuras que simplemente tiene como objetivo el divertir con escenas de acción emocionantes, personajes inocentes, y un final feliz. No es nada del otro mundo, pero no me arrepiento de verla.

Nota: ***SPOILERS SOBRE EL FINAL***

¿Era realmente necesario el enlace con el mundo real y la historia de las joyas de la corona? No me molestó, pero sentí que lo incluyeron simplemente porque sí y no porque aporta algo a la película.

***FIN DE SPOILERS***

Avance oficial:

Hermosas Criaturas

Pasando a otra cosa, tenemos otro filme que no llegué a ver en el cine cuando se estrenó hace unos meses, pero por el que a la vez tenía mucha curiosidad: Hermosas Criaturas. Para aquel que no lo sabe, se trata de otra adaptación de una novela para adultos jóvenes (al igual que Harry Potter,Crepúsculo (aj), Los juegos de hambre, y otros), solo que esta vez, en vez de tener magos o vampiros u hombres lobo, tenemos a…. conjuradores (no los llames “brujas” o “magos” porque se asan) que se encuentran en una lucha entre la luz y la oscuridad. No es terriblemente original, pero a pesar de mis bajas expectativas e ignorancia en relación a la historia general de los libros (para variar, hay más de uno), disfruté de esta adaptación.

El filme comienza contando una historia de amor desde la perspectiva de Ethan Wate (Alden Ehrenreich), un chico relativamente popular y carismático que vive en un pueblo pequeño y aburrido en el sur de Estados Unidos. Pero su vida cambia cuando al pueblo llega la sobrina del magante recluso local (Jeremy Irons), una chica tímida llamada Lena Duchaness (una sublime Alice Englert.) Pero como era de esperarse, la chica tiene un secreto: es una bruja (¡pero no la llames así!). Predeciblemente, los dos chicos se enamoran, pero hay un problema: cuando Lena cumpla 16 (sí, se supone que tiene 15 pero no parece) tendrá que elegir entre la Luz y la Oscuridad, y tiene miedo de ser arrastrada por la segunda. Ah, y por supuesto hay otra bruja malvada viviendo en el pueblo que la quiere arrastrar la Oscuridad por una que otra razón.

Lo mejor que tiene la película por ofrecer es, sorprendentemente, el romance entre Ethan y Lena. A diferencia de la saga de Crepúsculo, en donde el romance entre los dos protagonistas es estúpido, cliché, abusivo y poco creíble, acá tenemos a una pareja que realmente parece estar enamorada, y por las razones correctas. Nadie acosa a nadie y ninguno de los dos es un viejo de 150 años (aunque no lo parezca) enamorado de una adolescente. Más bien, se trata de un chico carismático que ve la bondad en una chica tímida que tiene miedo de ser mala, y que está dispuesto a hacer todo por ella (sin llegar a ser enfermizo.) Pero la razón por la cual uno cree en este romance es porque las escenas que comparten mientras se van enamorando son realmente buenas. Los dos actores tienen química, el diálogo es inteligente (y para nada cursi) y los personajes se van desarrollando sin ser clichés o llegar a desesperar.

Pero el problema del filme es que el foco no es el romance. Si lo fuera, estaríamos en tierra firme, pero cuando la trama verdadera comienza a desarrollarse, y aparecen los elementos sobrenaturales, la película pierde fuerza. El mundo creado por las autoras de las novelas, al menos por lo que he podido ver en la película, es genérico y no aporta nada nuevo. Se trata de magos con poderes de diferentes tipos, y de una lucha entre el bien (La Luz) y el mal (La Oscuridad) que hemos visto en incontables historias. Y si los fans de esta franquicia me dicen que la trama se siente más interesante en los libros, entonces el problema está en la forma en que el director (Richard LaGravanese) la integró en la película. Los personajes son creíbles, al igual que el pueblo y los sets, pero los elementos sobrenaturales (los poderes, algunas escenas de relativa acción) se sienten fuera de lugar. Esto puede deberse a que, por momentos, el filme se siente pequeño, como si les hubiera faltado presupuesto, o si se lo hubieran gastado en actores como Irons o Emma Thompson (quien interpreta a una de las líderes espirituales del pueblo.) De repente con un presupuesto más amplio, la historia se hubiera sentido más natural y los elementos de brujería y poderes hubieran resultado más verosímiles.

En donde la película sí no sufre es en las actuaciones. La decisión de contratar a desconocidos para que interpreten a los protagonistas es acertada. Como no los hemos visto antes en otros filmes, es más fácil identificarse con sus personajes y con su romance, en vez de fijarnos en los actores en sí. Como Ethan, Alden Ehnrenreich es carismático y vivaz, un protagonista con una agradable personalidad, alguien con quien es fácil identificarse. Pero como Lena, Alice Englert me gustó incluso más. Hay algo en su rostro, sus ojos y su expresión, que funciona muy bien, y la chica realmente puede defenderse en las escenas más dramáticas. Como dije antes, la química entre ambos es palpable, y me gustó el hecho de que, a diferencia de Crepúsculo (sé que lo menciono a cada rato, pero se trata de una fácil comparación), el guión no tenga miedo de mencionar el sexo. Se trata, después de todo, de una historia adolescente, por lo que el sexo es un tema importante – incluso hay un momento en el que se podría interpretar que nuestros protagonistas llegan a “hacerlo”, pero como la película es para mayores de 14, no se puede llegar a enseñar algo demasiado explícito.

Los personajes secundarios son interpretados por actores de calidad, quienes hacen un trabajo respetable. Después de haber estado en películas como Calabozos y Dragones y Eragon, tenía miedo de que Jeremy Irons hiciera el ridículo en otra película de similar corte, pero felizmente no es el caso. Interpreta a su personaje, Macon, primero como alguien tímido y recluso, y luego como a un hechicero sabio, quien se preocupa mucho por su sobrina pero que eventualmente está dispuesto a dejarla seguir su destino. Felizmente no fue necesario que sobreactuara. También tenemos a Emma Thompson, quien se divierte de lo lindo con su personaje. No revelaré mucho del mismo; sólo diré que se trata de una interpretación deliciosa, no tan exagerada como lo que hizo Irons en Calabozos y Dragones, pero similar (y menos vergonzoso). Viola Davis y Emmy Rossum también aparecen en roles más pequeños, pero igual de importantes.

En fin, tengo sentimientos encontrados en relación a esta película. Me gustaron las actuaciones, (especialmente las de los dos protagonistas), y me encantó la forma en que fue interpretado el romance – en ese sentido, podría hasta decirse que se trata del “anti-Crepúsculo”. Pero a la vez, me pareció que los elementos más sobrenaturales de la historia no fueron bien integrados, ya sea por falta de presupuesto, o porque LaGravanese, quien también escribió el guión aparte de dirigirlo, no supo qué enfoque darle. Sea cual fuere la razón, Hermosas Criaturas (qué título para más cursi….) es una mezcla de lo realmente bueno y lo mediocre, una historia que daba para más pero que, a pesar de tener varias fallas, igual me entretuvo y, finalmente, hizo que descubriera a una muy buena actriz que espero logre aparecer en más películas. A fin de cuentas, a pesar de sentirse bastante genérica, algo aportó.

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