Riddick: el regreso del Furiano

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Las películas de Riddick, protagonizadas por un silencioso y letal Vin Diesel, siempre me gustaron. La primera, llamada Pitch Black en inglés (me perdonarán pero no recuerdo cuál es el título en español) es un pequeño pero eficiente thriller de ciencia-ficción: básico pero entretenido y sangriento. La secuela, Las Crónicas de Riddick, cuenta una historia mucho más épica, con más personajes, más efectos especiales, más acción, y una extraña participación de la gran Judi Dench (!) Al tratar de hacer mucho, es inferior a la primera parte, pero igual entretiene. Pero ahora tenemos una tercera entrega, y felizmente, al ser la segunda la menos exitosa de las dos, el director-escritor David Twohy Diesel han regresado a las bases.

La historia es similar a la de la primera película, pero a la vez lo suficientemente diferente como para que no se sienta como un remake o un reboot. Richard B. Riddick (Diesel) ha sido abandonado en un planeta hostil, herido y sin armas o compañeros. Es en la primera parte del filme que lo vemos sobrevivir, tratando de curarse y haciéndose amigo de un lobo salvaje extraterrestre. Pero una vez que se da cuenta que necesita alguna manera de irse del planeta, encuentra una base abandonada, la cual usa para mandar una señal de auxilio. Y no pasa mucho tiempo para que llegue la caballería: dos grupos, uno de cazarecompensas liderado por el ambicioso Santana (Jordi Molla), y otro liderado por Johns (Matt Nable.) De sus compañeros, no muchos son particularmente memorables, a excepción de un par: Dahl (Katee Sackhoff de Battlestar Galactica) y el inmenso Diaz (Dave Bautista, a quien pronto veremos en Guardianes de la Galaxia.)

Como es natural, ambos grupos se pelearán por ver quién se lleva a Riddick, vivo o muerto. Santana lo quiere únicamente para cobrar la recompensa, si es posible llevando su cabeza en una caja (la recompensa se duplica si lo mata.) Pero Johns no tiene ningún interés en asesinarlo; más bien, quiere saber qué pasó con su hijo, ya que está convencido de que Riddick tuvo algo que ver con su muerte (véase la primera película.) Pero nada de esto durará mucho: eventualmente todos (incluyendo a Riddick) tendrán que unir fuerzas para escaparse de una amenaza mucho más peligrosa que cualquiera de ellos, y salirse del planeta.

Lo que más llama la atención del filme es su calidad visual. A diferencia de la mayoría de blockbustersmodernos, Riddick no fue una película particularmente cara (para estándares de Hollywood). Su presupuesto es de 40 millones de dólares, los cuales fueron recaudados independientemente y sin ayuda de ningún estudio. Por lo tanto, uno no esperaría que esté lleno de efectos digitales. Ahora, no todas las imágenes por computadora en la película son igual de creíbles; algunos monstruos se ven algo caricaturezcos, pero en general se nota que Twohy exprimió su presupuesto lo más que pudo. Hay muchas tomas realmente hermosas (especialmente durante el principio del filme), y muchas de las criaturas que vemos (especialmente el «perro» fiel de Riddick) no se ven nada mal. Riddick prueba que no se necesita de un presupuesto ridículamente alto para producir un filme visualmente impresionante.

Por otro lado, como thriller, la película funciona bastante bien. A diferencia de la segunda entrega, el tono es más personal y tenso; en ese sentido, se parece más a la primera película. Riddick se pasa la mayor parte del tiempo acechando a la gente que vino a llevárselo, asesinándolos, y también enfrentándose a unos monstruos que, a nivel de diseño, son una mezcla entre serpientes, escorpiones y los extraterrestres de Alien. No se trata precisamente de una película de terror, pero hay bastantes escenas de suspenso y tensión bien logradas. Además, cabe recalcar que Diesel y Twohy no suavizaron nada para hacerla más «comercial»: es algo sangrienta por partes (la muerte de un personaje muy odioso es particularmente gráfica), hay una escena como chicas desnudas (aunque breve) y hasta Katee Sackhoff tiene una escena en la que aparece topless. (Aunque no se siente muy gratuita.) El conservar la calificación «R» es algo digno de admirarse estos días.

Las actuaciones son buenas. Vin Diesel interpreta a Riddick a la perfección, tan amenazante e intenso como en las películas anteriores. No es el protagonista más parlanchín del mundo, pero no necesita serlo: a pesar de ser, efectivamente, un asesino, nos identificamos con él y lo apoyamos porque el resto de personajes son peores. (A excepción de repente de Sackhoff, Johns y un chico religioso.) Del resto, sólo Sackhoff (quien interpreta a un personaje femenino verdaderamente fuerte y autosuficiente), Matt Hable (quien trata de darle un poco de complejidad a su personaje) y Dave Bautista (porque es grande y de vez en cuando chistoso) son memorables. El cameo de Karl Urban (repitiendo su personaje de la segunda entrega) no es nada del otro mundo, pero se aprecia.

En fin, Riddick no es la mejor película de ciencia-ficción que jamás haya visto, pero logra entretener durante dos horas. No estaba seguro si incluirlo en mi serie de comentarios para el Mes del Terror, pero al final decidí no hacerlo. Después de todo, más que de terror, se trata de una película de ciencia-ficción, acción y suspenso. Es cierto, hay tripas y desnudos y muertes, pero su objetivo no es asustar. Más bien, es una película que busca entretener y mantenerte al filo de tu asiento durante su duración entera, y logra hacerlo. Hasta ahora, de las tres películas de la franquicia que se han estrenado, está empatada con la primera entrega, siendo superior a la segunda (pero no por mucho; a mi me gustó más que al promedio.) Y como tiene un final bastante abierto, no dudo que eventualmente veremos un cuarto filme. Total, no fue particularmente cara de producir, y tanto Diesel como Twohy disfrutan mucho de hacer estas películas. Si mantienen un nivel constante de calidad, yo seguiré viéndolas.

 

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