Sicario: un thriller sin héroes ni villanos

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Sicario es un thriller poco convencional, una película que nos presenta personajes interesantes que se mueven entre la luz y la oscuridad. Nadie en Sicario, ni la Kate Macer de Emily Blunt, es un héroe arquetípico, y ninguna situación puede ser definida al 100% como buena o mala. El filme es serio, y nos presenta una nueva visión algo pesimista del director Canadiense Denise Villeneuve (PrisionerosEnemy), quien aparentemente tiene una obsesión con los aspectos más aterradores y tristes de la humanidad. Cada vez me interesa más ver lo que hará con la secuela de Blade Runner.

Sicario nos cuenta la historia de Kate (Blunt), una agente del FBI algo inocente que todavía cree en el bien y en el mal, en los héroes y en los villanos. Después de sobrevivir una explosiva misión cerca a la frontera con México, es llamada, junto con su compañero, Reggie (Daniel Kaluuya) por el sospechoso Matt (Josh Brolin) para que trabajen en conjunto con una agencia especializada en investigar los cárteles de drogas. Matt trabaja con Alejandro (Benicio del Toro), un intimidante agente de orígenes misteriosos, y se ganan la confianza de nuestros protagonistas al decirles que su misión es buscar al líder de un cártel, un terrorista cuyas bombas han estado matando a varios agentes del a FBI, y que está causando terror y sufrimiento en lugares como Ciudad Juárez, uno de los poblados más peligrosos en México.

Kate y Reggie son, respectivamente, una mujer y un hombre Afroamericano que se meten en un ambiente dominado principalmente por hombres blancos. Villeneuve transmite una palpable sensación de soledad y miedo cada vez que los protagonistas tienen que desenvolverse en este contexto, especialmente a través de Kate, quien a pesar de ser fuerte y valiente, posee una fragilidad muy evidente. Los agentes del FBI casi no son tomados en cuenta, y uno percibe que están siendo usados por Matt y Alejandro—son instrumentos para que estos personajes puedan llegar a sus objetivos, un aspecto curioso de la narrativa considerando que Kate es nuestra protagonista.

Pero creo que es ahí precisamente donde radica uno de los mensajes más importantes de Sicario: en un contexto tan complicado como el de los cárteles de drogas, nadie es un héroe. Policías, ladrones, terroristas, agentes… todos tienen objetivos diferentes, pero ninguno tiene reparo en usar métodos poco ortodoxos para poder cumplirlos. Vemos a agentes de la ley torturar personas, y vemos a terroristas cenando con sus familias. Los “malos” tienen características de “buenos” y viceversa. Es una manera muy interesante de plantear personajes, lo cual hace que la película se sienta más verosímil y la trama se desarrolle de manera menos predecible.

Pero regresemos a Kate. Tenemos aquí a una mujer que es muy buena realizando su trabajo, tanto así que es llamada para colaborar en una misión mucho más grande que cualquier cosa en la que se haya involucrado antes. Pero poco a poco, mientras la película va avanzando, uno se da cuenta que quizás esa no fue la única razón por la cual fue elegida. De repente la escogieron porque creyeron que era vulnerable, porque haría menos preguntas, porque seguiría las órdenes sin cuestionar demasiado. De hecho, en una escena particularmente significativa, vemos cómo Reggie logra sacarle respuestas a Matt y Alejandro, a pesar de que Kate pasó más tiempo con ellos.

En otra película, esto me hubiese molestado. Hubiese sentido que Kate está siendo caracterizada como débil e inútil, y que Villeneuve propone que las mujeres tienen que recibir siempre la ayuda de hombres para salir de problemas. Pero no creo que ese sea el caso. Lo que Sicario plantea, más bien, es que los militares creen que pueden manipular más a las mujeres, razón por la cual eligen a Kate para la misión. No la necesitan por sus habilidades o por su entrenamiento; solo necesitan que ella esté ahí con ellos, pero eventualmente la subestiman. Es una lamentable realidad que Villeneuve exhibe con extrema verosimilitud, y que hace que uno se identifique con Kate casi inmediatamente. La arrogancia y la falta de escrúpulos de Matt y los demás hace que los rechazamos, por más imperfectos que sean Kate y Reggie.

Sicario es, también, una de las películas más tensas que jamás haya visto. Mencioné anteriormente la sensación de soledad que Villeneuve logra crear en ciertas escenas—especialmente cuando Kate llega a la base cerca a la frontera por primera vez—pero eso no es lo único que la película ofrece. La secuencia en la que Kate, Matt, Alejandro y varios soldados cruzan la frontera para recoger un “paquete” es particularmente agobiante; todo, desde la selección de planos hasta la música de Johan Johansson, hace que nos queramos morder las uñas porque sospechamos que algo malo va a pasar. El hecho de que hayan tantas tomas donde aparentemente no sucede nada ayuda a que la tensión vaya aumentando, hasta llegar a un punto en donde es casi inaguantable. Y cuando la violencia se desata, es brutal y de corta duración. Dicha secuencia también nos regala una imagen inolvidable: un plano aéreo de la frontera, el muro partiendo el encuadre en dos, con el desierto por ambos lados.

Emily Blunt da una sólida actuación como Kate—logra crear un buen balance entre fortaleza y vulnerabilidad, desarrollando a un personaje que se ve involucrado en situaciones peligrosas, complejas e innegablemente oscuras, y que sirve como nuestra representante moral (junto con Reggie) en un ambiente casi amoral. Como Matt, Josh Brolin hace lo que mejor sabe hacer: interpreta a un personaje aparentemente relajado con muchos secretos bajo la manga. El hecho de que se vea tan tranquilo en situaciones tan complicadas lo convierte en alguien particularmente aterrador. Benicio del Toro interpreta al único personaje poco creíble—Alejandro es más Terminator que sicario—, y siempre es bueno ver al gran Víctor Garber en una película de este calibre, aunque sea en un papel pequeño (interpreta al ex-jefe de Kate).

La guerra contra las drogas es una que los Estados Unidos ya ha perdido; lo que Sicario demuestra es que lo único que pueden hacer es tratar de mantener el status quo para que el caos no se desate (demasiado). Como un personaje exclama tan elocuentemente: “hasta que el 20% de América no deje de inhalar esa basura, todo lo que podemos hacer es poner un poco de orden”. Kate comienza la película pensando que los cárteles pueden ser detenidos, pero hacia el final, tanto ella como el público es convencido de que las cosas no son tan sencillas como quisiéramos.

Sicario es una película poderosa; tensa y emocionante como pocas, y muy bien actuada. El ritmo es algo lento, y hasta podría decirse que está filmado más como un filme Europeo que como un thrillerHollywoodense, pero es precisamente ese estilo el que lo vuelve tan hipnotizante y único. Sicario es imperfecto (el personaje de Del Toro definitivamente necesitaba más desarrollo) pero gracias a sus innegables cualidades visuales, temas importantes y guión inteligente, es uno de los mejores filmes que he visto en lo que va del año. Imperdible.

Avance oficial:

88%
Puntuación
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