[Festival de Cine de Lima] All of a Sudden

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All of a Sudden (Auf Einmal) es una suerte de thriller alemán que tuve la oportunidad de ver en el marco del 20 Festival de Cine de Lima. Dirigido por Asli Ozge, (LifelongMen on the Bridge), se trata de un filme parco, frío, de mínimo movimiento de cámara pero muy bien actuado, el cual logra transmitir con efectividad una trama interesante, muy a pesar de su ritmo gélido y actuaciones minimalistas.

Karsten (Sebastian Huelk, La Cinta Blanca) es un treintañero que decide, una noche, armar una pequeña reunión en su departamento mientras su pareja, Laura (Julia Jentsch) está de viaje por trabajo. Todo anda bien, hasta que se queda solo con una mujer que casi no conoce, Anna (Natalia Belitski). Asume que se trata de la amiga de una amiga, por lo que trata de entablar algún tipo de conexión. Después de una serie de eventos que nunca son explicados con claridad, nos enteramos de que Anna se muere en el departamento de Karsten. Y nuestro protagonista termina como el principal sospechoso ya que, al darse cuenta de lo que había sucedido, decidió correr a una clínica (la cual encontró cerrada) en vez de llamar inmediatamente a una ambulancia.

Lo que sigue es una serie de secuencias en las que vemos a Karsten tratado de lidiar con su problema. Lo vemos en la corte, tratando de defenderse, y vemos a su padre (Hanns Zischler), un hombre importante en la comunidad del pequeño pueblo donde viven, tratando de ayudar a su hijo. También nos enteramos de que Anna estaba casada con un alemán-ruso; de que Laura simplemente no puede llegar a entender exactamente lo que pasó entre Karsten y Anna; que Karsten es cambiado de puesto en el trabajo, a uno que no involucre hablar directamente con los clientes, y que la policía no tiene la menor idea de como manejar el asunto.

Inicialmente, All of a Sudden parece estar tratando de contarnos la manera en que su protagonista tratará de salir de un problema muy grave, pero Ozge logra desafiar nuestras expectativas rápidamente. Después de todo, resulta que Karsten no es el protagonista más agradable que jamás se haya visto—es un hombre irresponsable, inmaduro, alguien que no sabe manejar la situación en la que se encuentra, que no sabe cómo defenderse, y que ni siquiera sabe como tratar a su novia, o a sus mejores amigos, la pareja de Florian (Simon Eckert) y Judith (Luise Heyer). Es un tipo engreído e intitulado, por lo que por momentos resulta difícil identificarse con él y con su problema.

Sin embargo, Ozge logra algo muy particular con el tercer acto de la película. No quiero malograrles el (repentino) final de la cinta—lo único que diré es que el guión cambia de camino muy sorpresivamente, lo cual resulta en un clímax inesperado (aunque bastante satisfactorio) y una resolución que sirve como prueba del cinismo de su directora. El problema es que Karsten se torna incluso más insoportable durante estas escenas, lo cual hace que uno las observe desde afuera, desprendido, en vez de meterse de lleno en la historia.

El estilo visual de la cinta es muy particular—parco y frío. Ozge casi no nueve su cámara, favoreciendo planos inmóviles, mezclando tomas abiertas con primeros planos de los rostros de sus protagonistas. El filme no contiene demasiado diálogo—Ozge y sus actores prefieren transmitir todo lo que puedan a través de expresiones faciales y frases cortas y formales, lo cual resulta en interacciones directas pero por momentos aburridas. No ayuda el que la cinta se mueva a un ritmo glacial, o el que la mayoría de escenas carezcan de sonido ambiental.

De hecho, me llamó mucho la atención el que All of a Sudden sea una película tan callada—incluso la música incidental aparece muy de cuando en cuando, lo cual aporta al tono algo perturbador que Ozge logra desarrollar con efectividad. Sin embargo, admito haberme asustado cuando los créditos finales aparecieron junto con una canción de Rammstein. Una suerte de jump scare, a falta de un mejor término, totalmente innecesario.

All of a Sudden es una película que cuenta una historia previsible pero interesante durante sus primeros dos actos, pero que logra sorprender (finalmente) a su público durante su superior tercer acto. Las actuaciones son correctas (y si se sienten frías, es más por la dirección de Ozge que por el talento de sus actores), pero el estilo visual de la directora no siempre logra desarrollar la trama de la mejor manera posible. All of a Sudden es una película que me cautivó a pesar de su ritmo lento y escenas de diálogo minimalista, que hasta cierto punto me hubiese gustado fuese un poco más tradicional en su estilo, e igual de sorprendente en sus primeros dos actos que en el tercero.

Avance oficial:

63%
Puntuación
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