Cuando ellas quieren

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Si algún diccionario de cine incluyese el término “película de confort”, “Cuando ellas quieren” estaría como parte de la definición. Se trata, pues, de una comedia romántica extremadamente ligera, hasta cierto punto olvidable, pero innegablemente divertida y encantadora, protagonizada por cuatro de las actrices más famosas —y legendarias— de Hollywood. El filme no va a ganar ningún premio por originalidad, pero la falta de innovación se compensa a sobremanera con el trabajo de sus protagonistas, así como con un tono extremadamente light, el cual podría terminar por encantar hasta al más cínico de los cinéfilos. Si han regresado luego de un largo día de trabajo y quieren ver algo gracioso y bienintencionado que no demandará demasiado poder cerebral, “Cuando ellas quieren” es una excelente opción.

La premisa de la cinta es de lo más jocosa. Nuestras protagonistas, Diane (Diane Keaton), Vivian (Jane Fonda), Sharon (Candice Bergen) y Carol (Mary Steenburgen) han sido amigas por décadas, y como no quiere dejar de verse, tienen la perfecta excusa para reunirse una vez al mes: un club literario. Todos los meses se juntan en la casa de una de ellas, discuten el libro que todas leyeron las últimas semanas, y recomiendan el siguiente.

Pero esta vez, Vivian tiene un as bajo la manda. La novela que tiene para recomendarles es nada más ni nada menos que “50 sombras de Grey”, de E.L. James, y a pesar de que algunas de sus amigas se resisten —inicialmente— a leer dicha obra maestra de la literatura, poco a poco irán cayendo bajo el hechizo del Sr. Grey y sus cuestionables métodos de seducción, lo cual desatará una serie de eventos que alterarán las vidas personales de cada una de ellas. Vivian, por ejemplo, comenzará a flirtear con un viejo amor; Sharon se meterá en el mundo de las citas online; Diane se enamorará de un apuesto piloto de avión (Andy García), y Carol tratará de avivar la vida sexual que comparte con su esposo (Craig T. Nelson).

El hecho de que “Cuando ellas quieren” sea infinitamente mejor a cualquiera de las adaptaciones cinematográficas de “50 sombras de Grey” nos dice mas sobre esas novelas, que sobre esta película, pero eso no quiere decir que se trate de una producción decepcionante. De hecho, y a pesar de abusar un poco de los clichés, “Cuando ellas quieren” es una cinta muy entretenida, la cual aprovecha al máximo el carisma de sus cuatro protagonistas para desarrollar personajes un poco estereotípicos, pero que logran trascender los límites de sus caracterizaciones para convertirse en figuras con las cuales uno puede empatizar.

Diane Keaton es muy creíble como una mujer que le tiene medio al cambio, que no se atreve a enamorarse nuevamente solo porque sus hijas la tratan como una abuela —sin que lo sea— y porque solo ha pasado un año desde el fallecimiento de su primer esposo. Jane Fonda es genial como la más liberal de las cuatro, una mujer de ochenta años que parece tener cincuenta, y cuyo status quo es interrumpido por la llegada de un viejo amorío (Don Johnson, padre de Dakota Johnson, protagonista de las películas de “50 sombras…”) que tratará de hacerla poner los pies sobre la tierra. Candice Bergen es frecuentemente hilarante como una jueza cuya vida amorosa es casi inexistente —el personaje muy fácilmente hubiera podido ser una caricatura fastuosa, pero felizmente ese no es el caso—, y Mary Steenburger tiene el arco un poco más dramático, en donde vemos lo que sucede con un matrimonio cuando el fuego se apaga.

Son historias que hemos visto miles de veces en otras películas y hasta en series de televisión, pero que son tratadas con respeto y clase tanto por el guión, como por las actrices. Esto, sumado al excelente trabajo de un reparto secundario también lleno de estrellas —Andy García, Craig T. Nelson (no podía dejar de escuchar al Sr. Increíble cada vez que hablaba), Don Johnson, Richard Dreyfuss, y hasta Alicia Silverston, como una de las hijas de Diane—, convierte a la película en una experiencia agradable, como una reunión con viejos amigos que uno no ve hace años, pero que se encuentran igual de entretenidos y encantadores que siempre.

Es cierto que algunas de las situaciones son un poco forzadas o trilladas —consideren la escena de la pileta entre Jane Fonda y Don Johnson— y que no todos los chistes funciona, pero dichos momentos son lo suficientemente breves como para no arruinar la experiencia general. Y al fin y al cabo, “Cuando ellas quieren” cuenta con suficientes gags que dan risa, como para compensar cualquier línea de diálogo previsible o chiste fallido —consideren, si no, la culminación de la cita entre Candice Bergen y el gran Richard Dreyfuss, o el montaje de reacciones de las amigas ante la prosa de E.L. James en el primer libro de “50 sombras de Grey”. Ver una película que gira alrededor de dicho libro en vez de una adaptación directa definitivamente es mucho más entretenido.

“Cuando ellas quieren” es una comedia romántica hecha a la antigua; no es ni demasiado vulgar ni demasiado inocentona, y demuestra que las viejas estrellas Hollywoodenses todavía pueden protagonizar historias de amor y sexo sin sentirse fuera de lugar. Frecuentemente hilarante e impecablemente actuada, “Cuando ellas quieren” no trata de revolucionar el género; simplemente hace uso de una premisa llena de potencial para hacer interactuar a un gran reparto que, desgraciadamente, hoy en día no protagoniza demasiadas películas de gran envergadura. Este es uno de los pocos casos en donde el espectador termina divirtiéndose casi tanto como los actores parecen haberlo hecho durante el rodaje; “Cuando ellas quieren” es corta, dulce, y no muy trascendental, perfecta para pasar el rato sin sentirse demasiado culpable.

 

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