Guardianes de la Galaxia Vol. 2

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“Guardianes de la Galaxia” (2014) resultó ser uno de los estrenos más sorprendentes de Marvel Studios, una película de ciencia ficción protagonizada por súper héroes que solo los fanáticos más acérrimos de la empresa conocían, dirigida por un cineasta (relativamente) famoso por sus vulgares y violentas sátiras estilo serie B (“Slither”, “Super”) o su parodia de pornos para la web (“PG Porn”), que parecía tener poco que ver con el resto de filmes del a MCU.

Pero a pesar de todo lo que supuestamente podría haber tenido en contra, “Guardianes de la Galaxia” finalmente probó que mucho se puede hacer con personajes carismáticos, un estilo visual muy colorido, y un genial sentido del humor. La primera cinta funciona porque no se toma demasiado en serio a sí misma, porque utiliza música ochentera para permitirle al espectador realizar una conexión emocional con su protagonista (el Star Lord de Chris Pratt), y porque se concentró en desarrollar una trama aislada, sin necesidad de conectarse descaradamente con el resto de películas de Marvel. Fue todo una grata sorpresa.

Es por ello que una secuela no se haría esperar demasiado. Más graciosa y colorida, pero también más caótica e irregular, “Guardianes de la Galaxia: Volumen 2” no logra superar a su predecesora, pero felizmente termina siendo un blockbuster entretenido y, por momentos, hasta algo arriesgado. Si la primera entrega se sentía algo rara por momentos, esta secuela representa a un James Gunn totalmente desatado, dispuesto a mezclar géneros y tonos para contar una historia sobre planetas vivientes, híbridos entre dioses y humanos, y referencias a David Hasselholf. Esto es bueno Y malo.

Habiendo salvado la galaxia poco tiempo antes, los Guardianes —Pratt como Peter Quill, alias Star Lord, Zoe Saldana como Gamora, Dave Bautista como Drax, Bradley Cooper como Rocket, y Vin Diesel como el Bebé Groot— comienzan la película realizando un trabajo para Ayesha (la gran Elizabeth Debicki), la dorada líder de un grupo de sensibles y altaneros extraterrestres. Todo sale bien, excepto que Rocket le roba algo de valor a Ayesha, por lo que nuestros antihéroes terminan siendo perseguidos por un ejército de naves a control remoto, los cual los lleva a caer en un planeta desconocido y encontrarse con Ego (Kurt Russell), quien dice ser el padre de Peter.

Curioso y con ganas de averiguar si este hombre está diciendo la verdad, Peter decide ir con él a su planeta, acompañado únicamente por Gamora y por Mantis (Pom Klementieff), una extraterrestre capaz de sentir e influenciar los sentimientos de otros seres vivos. Mientras tanto, Rocket y Groot y la violenta hermana de Gamora, Nébula (Karen Gillan) se quedan reparando la nave. Desafortunadamente, tanto Yondu (Michael Rooker) y su banda como Ayesha están detrás de ellos, y las cosas se complicarán aún más cuando Peter averigüe las verdaderas intenciones de Ego.

Al igual que su predecesora, el “Volumen 2” contiene sutiles referencias a películas y personajes del Mundo Cinematográfico de Marvel, pero no siente la necesidad de desarrollar conexiones demasiado obvias. Esto hace que se sienta más como una historia independiente al resto de producciones de esta compañía, capaz de tener un inicio, medio y final, sin depender de sus precuelas o secuelas o películas masivas como “Los Vengadores”. De hecho, lo que el “Volumen 2” hace, más bien, es introducir personajes que muy fácilmente podrían aparecer, en roles expandidos, en futuras producciones —estén atentos al cameo glorificado de Sylvester Stallone (¡!), por ejemplo, o a la inesperada aparición de cierta estrella de acción asiática.

Muchos se quejan de los tonos ligeros y el exceso de gags en las películas de Marvel, y “Guardianes de la Galaxia: Volumen 2” ciertamente no ayudará a que estos comentarios dejen de hacerse. La película es, muchas veces, extremadamente graciosa, especialmente cuando junta a personajes como Drax y Mantis, o a Rocket y Yondu. El diálogo que intercambian, y en general sus interacciones, resultan en situaciones verdaderamente hilarantes, aunque admito que por momentos me resultaba difícil empatizar con algunos de nuestros antihéroes. Entiendo que siempre es más interesante tener un guión en el que se desarrollen conflictos entre protagonistas, pero la actitud de algunos de estos —especialmente Rocket— es a veces tan antipática, que uno termina preguntándose: “¿exactamente por qué deberían importarme este personaje?”

Adicionalmente, el guión de Gunn también tiene problemas a la hora de balancear el humor con los aspectos más serios de la trama. Peter Quill, por ejemplo, atraviesa un arco de personaje muy significativo, enterándose de terribles secretos relacionados a sus orígenes, y siendo honestos, estos son presentados con tacto y hasta sutileza. Pero son precisamente estos emotivos momentos los que, muchas veces, son arruinados con repentinas bromas vulgares o gags tipo slapstick. Gunn debe entender que no todas las escenas deben contener chistes; a veces ayuda tener momentos más tranquilos.

Visualmente, “Guardianes de la Galaxia: Volumen 2” es bastante espectacular. Desde el magníficamente colorido planeta de Ego, hasta ciertas escenas de destrucción en la Tierra, y personajes enteramente digitales como Rocket o el ADORABLE Bebé Groot (sí, sé que fue incluido únicamente para vender juguetes y peluches, pero es encantador), el filme se ve realmente bien. Consideren, si no, el prólogo en los ochentas, el cual nos muestra a un Kurt Russell rejuvenecido con efectos digitales. Se trata de uno de los trabajos de postproducción más impresionantes que haya visto, superior a lo que le hicieron a Robert Downey Jr. en “Guerra Civil” o a Michael Douglas en “Ant-man”; era como ver, una vez más, al Russell de “La cosa de otro mundo” o “Big Trouble in Little China”.

A pesar de ser un producto totalmente comercial, parte de la factoría Marvel, “Guardianes de la Galaxia: Volumen 2” se siente como una película de James Gunn al 100%, con defectos y todo: hilarante, sarcástica, vulgar (me sorprendió la cantidad de malas palabras dichas por los personajes), exagerada, y por momentos, visualmente caótica (extraño la relativa simpleza de las batallas espaciales de “Star Wars”). La acción casi no causa tensión porque nadie se toma en serio nada (nuestros héroes son casi inmortales y se pasan el tiempo riendo o siendo sarcásticos), y la trama casi ni avanza durante el segundo acto, pero esto último se compensa durante el francamente emotivo tercer acto. Considerando la inmadurez del resto de la película, se trata de una conclusión gratamente sorprendente.

Puede que “Volumen 2” no tenga mucho qué establecer para prepararnos para “Infinity War”, pero como una nueva aventura protagonizada por este “montón de idiotas”, ciertamente funciona. Quizás le daría menos rienda suelta a Gunn para la siguiente, sin embargo; incluso una película protagonizada por mapache parlante y un árbol bebé debería tomarse un poquito más en serio de cuando en cuando, especialmente si quieren que nos emocionemos con las escenas de muerte y destrucción. “Volumen 2” es inferior a su predecesora, pero no por mucho, felizmente.

 

Nota 1: Hay cinco (¡!) escenas extra durante y después de los créditos finales, así que no se vayan demasiado rápido de la sala de cine.

Nota 2: la risa del notable Dave Bautista (¿quién diría que tendría tan buen ritmo cómico?) es una de las más contagiosas que jamás se hayan escuchado.

 

Avance oficial:

75%
Puntuación
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