Puede que ya tengamos cuatro (¡!) entregas de la saga “John Wick”, pero parece que el público no se ha cansado de este mundo de asesinos, mafiosos, monedas de oro y hoteles para criminales. Tanto así, de hecho, que se viene un primer spin-off llamado “Bailarina”, con la gran Ana de Armas, el cual promete bastante (por más de que haya contado con algunos problemas de producción).
Es por eso, entonces, que para prepararnos para aquel nuevo estreno, vale la pena hacer un repaso por la cuatro cintas anteriores de “Wick”. Especialmente porque parece que el súper asesino interpretado por Keanu Reeves tendrá un rol considerable en la nueva película. ¡Ojalá ese sea el caso!
John Wick (2014)

Crítica original publicada en cinencuentro.com en enero del 2015.
La película que lo comenzó todo, como suele pasar, es la más sencilla, pero para algunos, sigue siendo de las mejores. “John Wick” comenzó como un guion escrito por Derek Kolstad llamado “Scorn”, enfocado en un personaje más bien mayor que decide cobrar venganza de sus ex empleadores. El producto final, aunque un poco distinto, conserva lo que hizo tan interesante a aquel guion, solo que ahora tenemos a un no tan viejo Keanu Reeves interpretando al personaje del título. “John Wick” es una cinta de acción brutal, cruenta, musculosa, que logra generar tensión a través de secuencias de pelea y balaceras expertamente coreografiadas.
A nivel narrativo, “John Wick” es súper sencilla. Al comenzar el filme, vemos que Wick (Reeves) acaba de perder a su esposa, Helen (Bridget Moynahan), y se encuentra solo en casa, en duelo. De pronto, un día recibe un último regalo de su finada pareja: una adorable cachorra Beagle llamada Daisy, que se convierte en la única luz en su oscura existencia. Pero como nuestro pobre protagonista no puede quedarse en paz, luego de encontrárselos en una gasolinera, Wick es atacado en casa por el hijo de un mafioso ruso, Iosef Tarasov (Alfie Allen) y sus secuaces, quienes matan a la cachorra, se roban su carro, y lo dejan por muerto. Pero Wick no está muerto, y al despertar, decide cobrar venganza, regresando al mundo de asesinos y mafiosos que había dejado un tiempo atrás al conocer a Helen.

Puede que haya sido mejor desarrollado en las secuelas, pero el mundo presentado por “John Wick” sigue siendo interesante, poblado por asesinos eficientes (como el Marcus de Willem Dafoe, o la Perkins de Adrianne Palicki) que trabajan en base a un código. Es aquí, por ejemplo, donde conocemos por primera vez el hotel Continental, manejado por el buen Winston (Ian McShane), donde Wick es atendido por el siempre amable Administrador (Lance Reddick, Q.E.P.D.) Y es aquí donde se va desarrollando el estilo manejado por la franquicia en general, con escenas de pelea presentadas con planos largos y estables, donde Wick se desenvuelve como una máquina de matar de excelente puntería, capaz de acabar con decenas y decenas de secuaces sin mayor problema.
Y sin embargo, “John Wick” no carece de tensión. Esta versión del personaje no es invencible; increíblemente eficiente y capaz, sí, pero igual ligeramente vulnerable (como cuando lo hieren y tiene que pelear contra Perkins mientras su abdomen se desangra). Y aunque a nivel estilístico esta primera entrega es un poco más sutil que las aventuras posteriores de Wick, igual se nota que la historia se lleva a cabo en un mundo escondido, oscuro, donde los asesinos utilizan monedas de oro en vez de dinero regular, y donde Wick es una figura tan pero tan infame, que ni la policía se atreve a meterse con él. Como filme de acción, “John Wick” es superlativo. Y como el inicio de una nueva franquicia, se trata de una historia simple pero llena de promesa, que además acaba de forma sorprendentemente esperanzadora.
John Wick: Capítulo 2 (2017)
Crítica original publicada en cinencuentro.com en febrero del 2017.

Si disfrutaron de la primera “John Wick”, se divertirán de lo lindo con esta segunda parte. Como cualquier secuela decente, “John Wick: Capítulo 2” expande el universo introducido en su predecesora, y nos presenta con todo lo que hizo del primer filme un éxito tanto en taquilla, como con la crítica especializada: acción exquisitamente coreografiada y filmada, un sutil humor negro, y buenas actuaciones. A diferencia de un “xXx”, por ejemplo, “John Wick” no necesita ser completamente absurda para entretener, aunque nunca se toma del todo en serio.
La película comienza con un pequeño homenaje a Buster Keaton (lo cual debería prepararnos para todo lo que el equipo de acrobacias desarrolló para esta historia), y con John cerrando algunos asuntos pendientes. Una vez finalizados, regresa a casa para, con algo de suerte, por fin descansar. Lamentablemente, sus asociados no lo permitirán. Un jefe de la mafia llamado Santino D’Antonio (Riccardo Scamarcio) llega a cobrarle una deuda a Wick, y cuando este se niega a cumplir con su parte del trato, Santino decide destruir su casa.
Sin embargo, tanto Wick como su perro sobreviven, por lo que John decide visitar una vez m[as al buen Winston (Ian McShane). Este le revela que la única forma de que lo dejen en paz, es repagándole la deuda a Santino. Esto significa asesinar a su hermana, Gianna D’Antonio (Claudia Gerini), un acto breve y sangriento que trae consigo consecuencias imprevistas: de pronto, Wick se convierte en el hombre más buscado en Nueva York, con una recompensa de $7 millones por su cabeza. Y como deben imaginarse, nuestro protagonista no se quedará con los brazos cruzados mientras asesinos como Ares (Ruby Rose) o Cassian (Common) lo buscan.
«John Wick 2» es todo lo que uno esperaría de una secuela como esta. La acción es de lo mejor que puede ver uno hoy en día en el cine, el desarrollo de este mundo de asesinos y mafiosos es intrigante, y las actuaciones —especialmente la de Reeves— son efectivas. La película concluye con un final abierto pero satisfactorio, el cual, además, no resulta frustrante porque, felizmente, la tercera parte sí llegó a estrenarse unos años después. A veces, todo lo que necesitamos es ver a Keanu Reeves pateándole el trasero a medio mundo, algo que claramente apela a mucha gente considerando lo mucho que ha podido durar esta saga.
John Wick: Capítulo 3 – Parabellum (2019)

Crítica original publicada en cinencuentro.com en mayo del 2019.
Considerando lo mal dirigidas y editadas que pueden llegar a estar las escenas de acción de un blockbuster estadounidense promedio, que podamos disfrutar de películas como “John Wick 3: Parabellum” debería considerarse como una bendición. Después de todo, aquí tenemos una serie de películas en donde la acción es presentada de manera clara, sin abusar de los cortes rápidos o las cámaras en mano, haciendo que el espectador sienta cada puñetazo, patadón y disparo. Las coreografías son creíbles y brutales, y más importante, cada acción específica tiene una consecuencia (usualmente, la horrible muerte de un personaje secundario o extra).
“John Wick 3: Parabellum” comienza con John Wick escapando del Hotel Continental. Como asesinó a Santino D’Antonio (el villano del segundo filme) dentro de dicho terreno neutral, el “High Table” lo ha declarado como “excomunicado”, y le ha puesto un precio a su cabeza: 14 millones de dólares. Así que como se deben imaginar, John es perseguido por toda suerte de matones, asesinos y hasta ninjas, quienes quieren matarlo para poder cobrar el dinero. Mala idea.

De estos personajes, el más importante es Zero (Mark Dacascos), un fanático (¡!) de John, pero no es el único que se ve involucrado en el asunto. Una Adjudicadora (Asia Kate Dillon) está persiguiendo a todos los que han ayudado a John en el camino, informándoles que tienen solo siete horas para arreglar este asunto, o serán removidos de sus puestos de poder. En este grupo podemos incluir al administrador del Hotel Continental, Winston (el gran Ian McShane); al Bowery King (Laurence Fishburne), y a La Directora (Anjelica Huston). Considerando la gran cantidad de gente que está detrás, tanto de John como de sus aliados, nuestro protagonista tendrá que hacer hasta lo imposible por arreglar sus problemas. Esto lo llevará a que viaje a Casablanca, en donde recibirá la ayuda de Sofía (Halle Berry), la administradora del Hotel Continental de dicha ciudad.
Podría argumentarse que es demasiado larga (se le podría quitar unos veinte minutos de relleno), y sí, a pesar de algunas revelaciones sobre su pasado, John sigue siendo un enigma andante, pero como película de acción (de artes marciales, peleas con espadas y cuchillos, y balaceras), “John Wick 3: Parabellum” es un éxito rotundo. Filmada con elegancia, mostrándonos impresionantes contrastes entre lo bello (el ballet, los vidrios en la sala especial del Continental, las pantallas de colores) y lo brutal (toda la muerte y sangre que se ve en pantalla), “John Wick 3: Parabellum” es una orgía de violencia para adultos, y la construcción de un mundo intrigante y complejo.
John Wick 4 (2023)
Crítica original publicada en megustaelcine.com en marzo del 2023.

Es así, pues, que llegamos a la cuarta entrega de la franquicia. “John Wick 4” es, en muchos sentidos, la película más de “John Wick” que se ha hecho hasta ahora. No necesariamente la mejor, pero sí la que tiene más… película. Hay más acción, más violencia, más sangre, y…. más en general. “John Wick 4” dura casi tres horas, y aunque no puedo decir que me aburrí con la cinta, sí soy de la idea de que, de tener unos veinte minutos menos de duración, hubiese funcionado mejor. “John Wick 4” me dejó exhausto, cansado luego de ver tanta muerte y agresión. Pero tampoco puedo negar que se trata de una experiencia espectacular, que seguro satisfará a cualquier fanático de la saga.
John Wick (Reeves) está siendo perseguido por La Mesa. Los aliados se le agotan, y hasta sus amigos más cercanos, como Winston (Ian McShane), administrador del Hotel Continental, y su mano derecha, Charon (el recién fallecido Lance Reddick; Q.E.P.D.) están en peligro. De hecho, las cosas se tornan incluso más complicadas al inicio de la película: La Mesa le ha encargado al Marquis de Gramont (Bill Skarsgard, con un… curioso… acento francés) acabar con Wick, lo cual lo pone en la mira de toda suerte de asesinos, incluyendo al Rastreador (Shamier Anderson). Pero cuando nuestro protagonista va a pedirle ayuda a un viejo amigo en Japón, Shimazu (Hiroyuki Sanada), y a su hija, la letal Akira (Rina Sawayama), termina dándose cuenta de que otro viejo contacto también está detrás de él: el guerrero ciego Caine (Donnie Yen). Es así que Wick se ve obligado a encontrar alguna forma de escapar de esta gente, y de acabar con La Mesa de una vez por todas.
“John Wick 4” es un festín de violencia sádica y sangrienta, que evidentemente no será para todo el mundo. Pero recuerden que se trata de la cuarta entrega de la saga, por lo que si están aquí, asumo que es porque saben exactamente qué esperar de Wick y sus compañeros. Lo cual no quiere decir que “John Wick 4” carezca de sorpresas, por supuesto. Es todo un deleite, por ejemplo, ver al eternamente infravalorado Scott Adkins (gran artista marcial y protagonista de incontables filmes “indie” de acción) peleando con un traje de hombre obeso. Y la secuencia climática de acción, que involucra a Reeves, Yen, Zaror, unas escaleras infinitas en París, y una cantidad ridícula de enemigos, es simplemente increíble. Ridícula, sí, y cansadora como se había dado a entender líneas arriba, pero muy emocionante.
“John Wick 4”, pues, le entrega a los fans todo lo que podrían querer: acción increíblemente coreografiada y expertamente dirigida (¡nada de cortes rápidos o cámaras nerviosas por acá, por favor!), más Lore para complicar el contexto en el que la trama se lleva a cabo, y coloridos personajes secundarios. Aparte de los ya mencionados, disfruté del Rastreador de Shamier Anderson (¡y su perro!), y de la Katia de Natalia Tena (ruda y cubierta en tatuajes). Y la cantante Rina Sawayama es una revelación, interpretando a Akira con rudeza y convicción. “John Wick 4” no decepciona, y aunque creo que podría haber sido presentada en un paquete más breve, igual creo que se trata de una satisfactoria continuación de la saga.