Te sigue (2014)

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La sensación de ser perseguido. De ser acosado, y de no saber quién lo hace, ni por qué. Fue parte de un sueño recurrente del director-guionista David Robert Mitchell, y la inspiración principal para “Te sigue”, una película de terror de culto que logra hacer bastante con una premisa engañadoramente sencilla. Tanto así, de hecho, que el estudio Neon ya anunció una secuela llamada “Te siguen” (o sea, en plural) que se supone saldrá este año. Pero con o sin secuela, la película original sigue funcionando bastante bien como un ejercicio un poco muy críptico pero en general efectivo de suspenso y tensión.

Maika Monroe (a quien luego veríamos en “Longlegs”) interpreta a Jay Height, una adolescente aparentemente normal que sale a una cita con un chico llamado Hugh o Jeff (Jake Weary) y tiene sexo con él. Pero luego de chico acto, este último la duerme, y ella termina despertando amarrada a una silla en un lugar oscuro. El tipo le dice que no le va a hacer daño, y le explica que, al tener sexo con ella, le ha pasado “algo”: desde ahora, será seguida por un Ente que puede tomar la forma de quien sea, y que se le puede aparecer en cualquier momento, a lo lejos, caminando lento pero seguro. ¿La única forma de deshacerse de esta maldición? Tener sexo con alguien más. Pero si el Ente termina matándola, inmediatamente irá por la persona previa en la cadena… es decir, por él.

Luego de dejar a Jay en su casa, Hugh / Jeff desaparece, pero la chica le cuenta inmediatamente lo que le ha pasado a su hermana, Kelly (Lili Sepe) y a sus amigos, Paul (Keir Gilchrist) y Yara (Olivia Luccardi). Ellos tratan de ayudarla de varias maneras, pero nada parece funcionar —ni siquiera irse lejos a la casa de lago de su vecino, Greg (Daniel Zovatto, de “El asesino del juego de citas”), donde igual el Ente termina encontrándola, tomando la forma de una chica, de un tipo de dos metros, y hasta de un niño. Ni siquiera tener sexo ayuda —Paul está más que dispuesto a “sacrificarse” para ayudar a su amiga, pero ésta no le quiere hacer daño, por lo que elige a alguien menos asustadizo. Finalmente, al grupo de amigos se le ocurre un plan, pero… ¿será suficiente para deshacerse del Ente, quien, además, solo puede ser visto por Jay?

El que la maldición en la que se enfoca “Te sigue” pueda ser contagiada únicamente a través del acto sexual es una decisión creativa interesante. Mitchell ha dicho varias veces que no estaba pensando necesariamente en desarrollar una parábola sobre la promiscuidad ni en hacer comparaciones con enfermedades venéreas, pero a la vez, resulta imposible no pensar en aquellos temas mientras uno ve “Te sigue”. El que la protagonista sea una mujer, además, resulta efectivo para denotar como los diferentes sexos son percibidos respecto a cómo se comportan en “One Night Stands” —muchas veces, las consecuencias de tener sexo casual son más graves para las mujeres que para los hombres, lo cual, por supuesto, tiene raíces machistas muy fuertes.

En este caso, por supuesto, dichas consecuencias no se limitan únicamente a problemas fisiológicos, si no más bien son representadas a través de una maldición terrorífica. Los personajes —jóvenes, cachondos, relajados— aparentemente son castigados por tener sexo, algo que se había visto repetidas veces en los slashers de los ochentas, pero con objetivos bastante más conservadores y hasta aleccionadores. Acá, más bien, aquel aspecto narrativo de la cinta se siente como algo que le es impuesto a los personajes —no como si los estuvieran castigando, si no más bien como si fuesen las víctimas inocentes de alguien que le tiene pavor al sexo. Por algo el Ente se presenta varias veces como gente desnuda (tanto hombres como mujeres). Es, de hecho, como si Jay y los demás estuviesen siendo perseguidos por un Monstruo Conservador, cuya relación con el sexo es complicada y hasta tóxica.

Mucho se puede interpretar de “Te sigue”, entonces. Pero pasando a otro tema, ¿qué tal funciona como película de terror? Pues… bien, a secas. No se trata de la experiencia más terrorífica que jamás haya tenido, pero no se puede negar que Mitchell hace un buen trabajo desarrollando tensión. El joven director utiliza diversas técnicas para ponernos en los zapatos de Jay y desarrollar una atmósfera densa, pesada —desde paneos y otros movimientos de cámara muy lentos, hasta zooms graduales, y la presencia de personajes en el fondo del encuadre que caminan en dirección a Jay, lentamente y con decisión. La idea es que el espectador debe sentir la misma paranoia que la protagonista siente, algo que el filme logra transmitir bastante bien.

No obstante, el que sea una experiencia tan críptica podría frustrar a algunos espectadores. “Te sigue” no está interesada en dar explicaciones sobre el Ente —nunca nos enteramos de donde vino, ni lo que quiere, ni como puede ser verdaderamente derrotado. Y aunque todo eso está muy bien y resulta en un enemigo formidable, creo que la película igual podría haber dejado al espectador menos confundido, con menos preguntas. El final, en particular, puede ser interpretado de varias maneras, lo cual seguramente ha ayudado a que “Te sigue” se convierta en un clásico moderno de culto. No obstante, se siente algo antilclimático —algo que seguramente será arreglado (o arruinado; no hay punto medio) en la secuela antes mencionada.

Algo que ayuda al tono de ensueño de “Te sigue” es lo atemporal que se siente. Hay celulares en la primera escena de la película, pero el resto de la historia está poblado de teléfonos fijos. Nadie menciona ni usa redes sociales, pero un personaje tiene el equivalente a un Kindle, pero en forma de concha (¿?). Las calles tienen todo tipo de carros, desde modelos de los ochenta y noventa, hasta algunos más modernos. Y la ropa de los personajes oscila entre lo vintage y lo moderno; entro lo invernal y lo veraniego. Hay casacas y chompas, pero también ropas de baño y sandalias y pijamas diminutas. “Te sigue” podría llevarse a cabo en cualquier década y en cualquier estación, lo cual hace que se sienta más etérea y contribuye a su naturaleza crítica y difícil de descifrar.

De las actuaciones no hay quejas; todos hacen un buen trabajo con sus papeles, especialmente Maika Monroe (valiente pero vulnerable; inteligente pero siempre asustada) y Keir Gilchrist (parco pero con muy buenas intenciones). Y nuevamente, la experiencia en general puede llegar a ser muy tensa, especialmente cada vez que nuestros personajes están a punto de ser atacados por el Ente. Pero debido a su final abierto, pocos sustos verdaderos, y momentos ya demasiado obtusos, “Te sigue” no me terminó de encantar. No es una mala película para nada, y aprecio el que se sienta tan original y poco convencional. Pero a la vez, creo que cuenta con demasiados momentos que no terminan de cerrar como para poder recomendarla al cien por ciento. Veremos qué pasa, pues, con la segunda parte —por ahí que llega a complementar bien a esta primera entrega. A cruzar los dedos.

Avance oficial:

70%
Puntuación
  • Mi calificación

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