Ant-Man & The Wasp: Quantumania

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El comienzo de la Fase 5. El comienzo del reinado de Kang el Conquistador. Y por supuesto, la continuación de todo lo que vino antes, desde “Ant-Man & The Wasp” hasta “Avengers Endgame”. “Ant-Man & The Wasp: Quantumania” tenía bastante que hacer, y desgraciadamente, no lo hace todo bien. No me da gusto decirlo, pero esta es la primera película de Marvel Studios en perderme; en hacerme sentir no que estaba viendo algo divertido y ligero, si no más bien una suerte de preparación tediosa para lo que vendrá después, una historia simplona protagonizada, al menos, por un gran grupo de actores carismáticos. Espero que solo sea un bache en el camino, y no una representación del futuro de la MCU.

Al comenzar la película, Scott Lang (Paul Rudd, genial como siempre) es considerado como un héroe por prácticamente la población entera de San Francisco. Pero ahora ha decidido colgar la toalla. En vez de ayudar a los Vengadores, se ha dedicado a escribir un libro autobiográfico, y a cuidar a su familia. Lamentablemente, esto último no le ha funcionado tan bien —de hecho, en su afán por hacer una diferencia y ayudar a los demás, su hija Cassie (Kathryn Newton) acaba en la cárcel, siendo rescatada tanto por Scott como por Hope Van Dyne (Evangeline Lilly).

Felizmente, Cassie tiene también otros proyectos en mente. Junto a su abuelo, Hank Pym (Michael Douglas), ha sido capaz de crear un aparato que puede mandar señales y traer información de vuelta del Reino Cuántico, lo cual no le hace mucha gracia a Janet Van Dyne (Michelle Pfeiffer). Pero las cosas solo pueden empeorar. Luego de intentar usar la máquina, Scott y sus suegros, así como Hope y su hija, son todos transportados al Reino Cuántico, donde terminan separándose. Empeñados en encontrar a los demás, Scott y Cassie eventualmente se tendrán que enfrentar a Kang el Conquistador (un excelente Jonathan Majors), quien solo quiere salir del Reino Cuántico para… bueno, conquistar el mundo exterior en todas sus variantes y líneas temporales.

Como se deben haber dado cuenta, “Ant-Man & The Wasp: Quantumania” es mucho más ambiciosa y grande que sus predecesoras. Mientras que las dos primeras cintas de “Ant-Man” funcionaban muy bien como historias de escala relativamente pequeña, centradas en las relaciones entre personajes, y en objetivos muy concretos, lo que tenemos acá es un filme mucho más fantástico y de problemas enormes. Las peleas en cuartos con juguetes han sido reemplazadas por encuentros masivos en medio de un mundo dentro de un mundo. La miniaturización de San Francisco, ha sido reemplazada por el Reino Cuántico, un lugar donde el tiempo y el espacio funcionan de distinta manera, y donde todo parece estar hecho de imágenes digitales sobrediseñadas.

Seguramente ya se han dado cuenta de que dichos cambios no me hicieron mucha gracia. Toda la personalidad, todo el encanto con el que contaban las películas de “Ant-Man” ha sido eliminado, reemplazado por una estética y un estilo que se asemeja demasiado a cualquiera otra película millonaria de superhéroes. Es decir, (casi) todo lo que diferenciaba a este personaje y su mundo de su competidores —o compañeros de Marvel—, ha sido sustituido por algo mucho más genérico. El sentido del humor no es el mismo —aunque debo admitir que un par de chistes sí me hicieron reír—, y la gracia de este mundo —reconrextualizar elementos cotidianos al verse desde una perspectiva enana, o agrandar dichos elementos para ser usados de diferente manera— simplemente no está. Olvídense del chupetín de Hello Kitty enorme de la segunda película. Teníamos suerte en aquella época, y no lo sabíamos.

Lo cual es una pena, porque es precisamente por todo aquello que “Ant-Man & The Wasp: Quantumania” se siente mucho menos imaginativa que sus dos predecesoras. Se supone que los personajes son enanos en el Reino Cuántico, pero como todo luce como una melcocha digital de color y criaturas amorfas, no hay una sensación de escala. No hay nada con qué comparar a los personajes, por lo que podrían ser de tamaño normal, y no habría mucha diferencia. Sí, Ant-man y The Wasp y eventualmente un personaje más crecen y se achican con frecuencia, pero solo para dar golpes o pisotear gente. No hay mucho más que eso. Es más —conté al menos cuatro instancias en las que los problemas de nuestros protagonistas sea hubiesen resuelto si es que Scott se hacía gigante, pero… simplemente no lo hacía. Porque si lo hacía, no podría haber película. Ugh.

No quiero sonar como un viejo renegón que le está gritando a una nube, porque aunque no lo crean, siempre había disfrutado de las películas de Marvel Studios. Le encuentro elementos valiosos hasta a sus más decepcionantes producciones — “Thor: el mundo oscuro” tiene la batalla final con portales, por ejemplo; “Eternals” al menos intentó hacer algo distinto, y hasta “Thor: Amor y Trueno”, a pesar de ser una payasada, tenía un estilo propio. No creo poder decir lo mismo de “Ant-Man & The Wasp: Quantumania”, desgraciadamente. No es una película terrible —el reparto es muy bueno, y algunos gags funcionan—, pero definitivamente me decepcionó más de lo que esperaba.

Pero como ya decía, al menos los actores se están esforzando. Paul Rudd sigue siendo increíblemente encantador como Scott, esta vez interpretándolo como un padre que simplemente quiere que su hija tenga una vida normal. Kathryn Newton (“Detective Pikachu”) mezcla algo de rebeldía con valentía y gracia para interpretar a Cassie. Y por supuesto, actores de la talla de Michael Douglas y Michelle Pfeiffer brillan en sus respectivos roles (por más de que, por momentos, se les vea algo perdidos rodeados de tanta Pantalla Chroma).

Pero es Jonathan Majors quien me pareció más intrigante. Este parece ser El Año de Majors (™); entre su impresionante e incómoda actuación en “Magazine Dreams”, su aparición acá como Kang, y por supuesto, su rol en “Creed III”, parece que el público por fin podrá darse cuenta de lo bueno que es. Y sí —es muy bueno en “Ant-Man & The Wasp: Quantumania”, otorgándole mucha sutileza y humanidad a un papel potencialmente estereotípico. Pero curiosamente, el guion lo termina defraudando, haciendo que Kang se sienta como un villano megalomaníaco más, que es maléfico Porque Sí. Quiero seguir viendo al Kang de Majors solo por él, y porque espero que su caracterización vaya a mejorar en películas futuras.

No obstante, ni siquiera el excelente reparto pudo evitar que “Ant-Man & The Wasp: Quantumania” se sienta como una oportunidad desperdiciada. Fuera de todo lo ya mencionado, también me fastidió el “world-building” (construcción del mundo), o mejor dicho, la falta de uno. Los ambientes en el Reino Cuántico se sienten vacíos, inertes, muy separados en sus planos abiertos o aéreos de lo que vemos con los actores a nivel de piso. Hay ciudades enteras que no parecen estar muy pobladas, y nunca nos enteramos de quienes son los secuaces de Kang (unos solados con cabezas de pecera). Y aunque hay muchísimos efectos visuales (lo siento mucho por los artistas de VFX, en serio), la mayor parte del tiempo, tenemos a los actores en sets con pisos de metal o tierra, con todo lo interesante (y colorido y amorfo) en el fondo. No se siente táctil. Sé que jamás iba a estar al nivel de “Avatar: el camino del agua”, pero tampoco tenía que irse al otro extremo.

En fin. Si me quejo tanto, es porque, lo crean o no, vi “Ant-Man & The Wasp: Quantumania” desde la perspectiva de un fan. Desde la perspectiva de alguien que ha estado siguiendo al MCU desde sus inicios, y que hoy en día sigue viendo todas las películas en el cine, y todas las series en Disney Plus. Pero como dije líneas arriba: esta es el primer filme que me ha perdido. La primera donde me sentí desconectado, como si estuviese viendo algo que seguramente muchos disfrutarán, pero que yo…. no. “Ant-Man & The Wasp: Quantumania” es una película bien actuada y con algunos elementos que funcionan, pero que en general, no termina de cuajar; y que al tratar de hacer mucho, pierde todo el encanto tan presente en sus dos predecesoras. Nuevamente: espero que esto solo sea un bache en el camino. Estaré cruzando los dedos.

NOTA: “Ant-Man & The Wasp: Quantumania” cuenta con una escena entre los créditos (interesante), y otra después de los mismos (que solo tendrá sentido para quienes vean las series de Marvel de Disney Plus).

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