Gravedad: Cuarón, eres un genio

Alfonso Cuarón es uno de mis directores favoritos de toda la historia. La entrega de Harry Potter que el dirigió, El Prisionero de Azkaban, es la mejor de la saga, y Niños del Hombre, un thriller futurista y realista, es uno de los filmes más intensos y e impresionantes a nivel técnico que haya visto. Pero nada se compara a Gravedad, su más reciente producción. Usando todas las técnicas disponibles para crear una película – pero más que nada dependiendo de efectos visuales digitales imposiblemente realistas -, Cuarón ha dirigido una de las mejores películas de ciencia ficción que jamas haya visto, un filme imposiblemente intenso que hará que salgas temblando y sonriendo al mismo tiempo de la sala de cine.

La trama es bastante básica. Es el futuro cercano, y tenemos a dos astronautas, Ryan (Sandra Bullock) y Matt (George Clooney), quienes están en una caminata espacial haciendo unas reparaciones al telescopio Hubble. Pero de pronto, nuestros protagonistas reciben una terrible noticia desde Houston: una estación espacial Rusa ha sido atacada por un misil, y los escombros se están acercando rápidamente a su posición. Con poco tiempo, Ryan y Matt tratan de meterse a su propia estación, pero lamentablemente no lo logran, dejando a la primera varada en el espacio y sin mucha ayuda.

La película es una maravilla visual. Jamás me cansaré de decirlo. Es una de las películas más hermosas, tecnológicamente logradas y visualmente impresionantes que jamás haya visto. Hace años que un filme no hacía que me pregunte «WOAH, ¿cómo hicieron eso?» Un blockbuster común usualmente contiene efectos visuales muy buenos, pero casi siempre es fácil discernir lo falso de lo real, lo digital de lo grabado en la vida real. Ese no es el caso de Gravedad. Cuarón hace un uso de efectos digitales tan perfecto, tan sublime, que es casi imposible discernir el CGI de los actores de carne y hueso. Sólo es posible cuando se trata de lo obvio – por ejemplo, es obvio que Cuarón y su equipo no destruyeron una estación espacial en la vida real, o que no filmaron en el espacio. Pero todo se ve tan real, tan palpable, tan verosímil, que uno no se pone a pensar en esas cosas mientras ve la película.

Y eso que no vi la película en 3D. La mayoría de comentarios y críticas mencionan que Gravedad es una de esas pocas películas (como Avatar o Hugo) que demuestran que el efecto en 3D puede ser usado de manera efectiva, como una herramienta más para contribuir con ciertos elementos del filme, y no simplemente como un truco barato. Pienso ver Gravedad una vez más en el cine (posiblemente 2 ó 3 veces más, incluso), y de todas maneras lo haré en 3D. Si es posible, escribiré mis comentarios sobre el uso de dicho efecto el día de mañana.

Adicionalmente, Cuarón también es un maestro con su cámara. Al igual que en Niños del Hombre, el director demuestra su amor por las tomas largas (o planos secuencia), comenzando el filme con un plano sin cortes de 15 a 20 minutos de duración. Es una belleza, una gran manera de establecer a los personajes principales, su situación, el lugar en el que se encuentran, y demostrar la belleza de los efectos digitales. La cámara de Cuarón se mueve, da vueltas, cambia de foco en diferentes personajes, e incluso en algunos momentos se mete dentro del casco de Bullock para incrementar la tensión y la sensación de peligro. Cuarón nunca usa sus herramientas visuales de manera gratuita – hace uso de tomas largas para incrementar la tensión o establecer situaciones, y de planos de punto de vista para que nos relacionemos al personaje de Bullock y sus miedos.

La trama no es complicada, pero no necesita serlo. Gravedad es, básicamente, una historia de supervivencia y de no rendirse, muy similar a películas como El Náugrafo, pero con algunos momentos que me recordaron a filmes de desastre como 2012 (pero con mucho más corazón y cerebro, por así decirlo.) La película es un milagro visual y técnico, eso es cierto, pero lo importante es que nunca pierde de vista a sus personajes, especialmente al de Bullock. Clooney sale en el póster y en los créditos porque es un actor de renombre, y de hecho logra interpretar a su personaje de manera memorable, pero la película le pertenece a Bullock: nos relacionamos con ella y la vemos superar toda suerte de peligros, usualmente sola y sin ayuda. Es ella la que más nos importa, y felizmente el personaje está suficientemente bien desarrollado como para que no se pierda en un mar de efectos especiales.

Y bueno, también ayuda el que Bullock de una de las mejores actuaciones de su carrera. No me malinterpreten, su trabajo en The Blind Side, por ejemplo, es muy bueno, pero no creo que haya merecido el Óscar que recibió, a diferencia de su actuación acá. Es cierto que por momentos tiene el apoyo de Clooney, pero la mayor parte del tiempo se la pasa sola, y vale la pena resaltar el hecho de que nos mantiene atentos todo el tiempo a pesar de tener que llevar la carga de (casi) toda película en sus hombros. No hay villanos, no hay personajes secundarios – sólo tenemos a Bullock y los efectos especiales perfectos que ya mencioné (y bueno, a Clooney de vez en cuando), y felizmente la actriz hace un excelente trabajo con el material que se le ha dado.

Como Matt, Clooney tiene mucho menos que hacer que Bullock, pero al menos logra crear un personaje memorable y ligero, alguien que sabe mantener la calma en las situaciones más peligrosas, y que de hecho sirve para darle valor a Ryan y hacer que pueda sortear todos los peligros que se avecinan. Al principio de la película tenemos a un tercer astronauta, pero no dura mucho (es más, ni se le ve la cara.) Haciendo referencia a Apolo 13, Ed Harris es la voz de control que les habla a Ryan y Matt desde Houston – un buen detalle de parte de alguien como Cuarón, que se nota ama el cine y ha visto infinidad de películas en su vida.

Pero aparte de los efectos visuales y los personajes y la actuación de Bullock, algo que vale la pena mencionar es el nivel de tensión que Cuarón maneja. La película me mantuvo pegado al asiento durante su duración entera; jamás chequeé mi reloj, jamás miré a mis alrededores, jamás hablé con los amigos que me acompañaron (en algún momento si le hablé a la película, cosa que casi nunca hago, o me agarré de mi casaca nerviosamente.) El filme podría llamarse Ley de Murphy: La Película, teniendo en cuenta la cantidad de desastres que le ocurren a Ryan, pero todo está tan bien hecho, el nivel de tensión y peligro es tan alto, y en general el filme es tan verosímil, que uno nunca se pone a pensar en las coincidencias de la trama o en las probabilidades de que tales cosas sucedan. Hace tiempo que no veía una película que maneje la tensión y la intensidad de esta manera.

En fin, no sé que más podría decir de Gravedad. Como dije al principio, Cuarón es uno de mis directores favoritos, por lo que tenía altas expectativas de la película, y felizmente logró cumplirlas. El director mexicano es un maestro con su cámara, manejando la tensión de manera experta y creando (junto con su hijo Jonás; los dos escribieron el guión) personajes memorables y con los cuáles es fácil identificarse. La película es corta y dulce – dura 90 minutos, pero es más que suficiente, especialmente en estos tiempos, donde muchos directores consideran que «más es mejor» y que todo blockbuster debe durar 3 horas. (Peter Jackson, me refiero a ti….) Si están buscando una película increíble, una experiencia intensa, y una historia de supervivencia verosímil… en pocas palabras, un verdadero «muerde-uñas», tienen que ir a ver Gravedad. Realmente no me aguanto a ver qué es lo que Cuarón dirigirá a continuación.

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