Pantera Negra: Wakanda Por Siempre

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El director Ryan Coogler tenía un trabajo poco envidiable. Luego del fallecimiento del gran Chadwick Boseman, protagonista de “Pantera Negra”, desarrollar una secuela de la exitosa película siempre iba a ser difícil. ¿Qué podían hacer? ¿Reemplazarlo con otro actor? ¿Recrearlo digitalmente? ¿O aceptar la desaparición del actor, haciendo que le pase algo similar al personaje? Pues resulta que eligieron la última opción. Y habiendo visto ya “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre”, creo que tomaron la ruta adecuada.

Porque lo que tenemos acá es una película muy centrada en el dolor y en la pérdida de seres queridos; “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” es un blockbuster millonario que cuenta con todas las secuencias de acción e imágenes digitales que uno esperaría de una nueva producción de Marvel Studios, sí. Pero también es una propuesta que mucho tiene que decir sobre el dolor y sobre la aceptación de la muerte, así como la venganza. Se trata de un filme innegablemente ambicioso, y aunque Coogler no logra cumplir con todo lo prometido, al menos no se le puede acusar de poco original o flojo. “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” siempre iba a ser una película complicada de desarrollar, y considerando las circunstancias en las que se encontraba el equipo creativo, creo que no han hecho un mal trabajo.

Lo cual no quiere decir que “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” carezca de defectos, por supuesto. El filme ciertamente es demasiado largo, demorándose demasiado en desarrollar ciertas subtramas que, al final del día, no sirven para mucho. Y cuenta con demasiado finales, los cuales no hacen más que desesperar al espectador, quien ya había disfrutado de un clímax apropiado muchos minutos antes. En términos más simples, “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” cuenta con demasiado “relleno” (buena parte de él dedicado a personajes y líneas narrativas que apuntan más a secuelas y spin-offs que a otra cosa), y se hubiera beneficiado de editores más despiadados. O más conscientes de la duración total de la experiencia.

La cinta comienza con el funeral de T’Challa (Boseman), en el que vemos tanto a su hermana, la genio Shuri (Letitia Wright) como a su madre, la Reina Ramonda (Angela Bassett) sufriendo por la muerte del héroe de Wakanda. Pero ahora que su país se ha quedado sin rey, las cosas no serán tan sencillas. Naciones como Francia o Estados Unidos los presionan para que compartan sus recursos, especialmente el vibranio, lo cual pone al Agente Ross (Martin Freeman, con un acento americano bastante bueno), amigo de los wakandianos, en una posición incómoda.

Pero más importante es la aparición de Namor (Tenoch Huerta), Rey de Talocan, el reino submarino; dicho ser, capaz de respirar dentro y fuera del agua, y de volar con las alitas que tiene en sus tobillos, quiere que Wakanda se alíe con su país para gobernar el resto del mundo. Y es por eso que tanto Shuri como su madre tendrán que tomar decisiones difíciles, siempre con la sombra del finado T’Challa por encima de ellas.

El problema principal de “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” es que intenta hacer demasiado. Está homenajeando a Chadwick Boseman y su personaje más famoso, haciendo que la muerte de este último influya en las decisiones de los protagonistas y hasta en el arco de personaje de Shuri. Quiere presentarnos a Namor y su cultura, otorgándole una historia de trasfondo bastante interesante. Quiere incluir a personajes como Ramonda, Okoye (Danai Gurira) y hasta Nakia (Lupita Nyong’o). Quiere introducir a Riri Williams (Dominique Thorne), una joven genia de la ciencia que eventualmente se convertirá en Iron Heart (y contará con una serie propia en Disney Plus). Y hasta tiene una subtrama con Ross y con Valentina Allegra de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus).

Como seguramente se han dado cuenta, es demasiado, y la inclusión de todos estos personajes y subtramas hace que la película se sienta inflada, como una secuela que debió enfocarse más en sus personajes principales, pero que gasta bastante tiempo en figuras secundarias que, a pesar de ser suficientemente interesantes, debieron ser introducidas o desarrolladas en alguna otra historia. No ayuda, además, que por buena parte del metraje simplemente no contemos con un protagonista evidente. El eventual reemplazo de Boseman demora bastante en revelarse, lo cual resulta en una escena climática muy satisfactoria, de hecho, pero también en una primera mitad sin objetivo concreto, y como se ha dicho ya, con bastante relleno.

Nada de esto quiere decir que “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” no cuente con elementos recomendables; todo lo contrario. Coogler sigue demostrando ser un buen director tanto para el espectáculo como para los momentos más íntimos con sus personajes, extrayéndole excelentes actuaciones a todos sus artistas. Las secuencias de acción, por otro lado, sin ser particularmente memorables, cumplen su cometido. Y la película luce muy bien, aprovechando al máximo los vistosos diseños y vestuario de Namor y su cultura. El mundo de “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” se siente amplio y bien desarrollado, y como algo que pertenece al MCU, sin abusar de las referencias a otras películas o personajes famosos.

A nivel actoral, por otro lado, y como se mencionó líneas arriba, “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” no decepciona. Letitia Wright convence como una Shuri que estás sufriendo, ahogándose en la venganza y en el deseo por llenar un vacío que, seguramente, nunca podrá ser eliminado. Es una actuación madura de parte de una figura controversial en la vida real (pero no se preocupen; si la película deja algo bien en claro, especialmente hacia el final, es que Marvel tiene un Plan B). Por otra parte, la gran Angela Bassett se roba el show como la reina Ramonda, interpretándola como alguien que está procesando su dolor mientras intenta gobernar un país entero; es una interpretación potente e increíblemente verosímil. Y Tenoch Huerta sobresale como Namor, un villano con una historia de trasfondo que explica perfectamente sus motivaciones, pero sin justificar sus acciones más despiadadas.

Mucho se dijo y escribió, además, sobre los efectos visuales de la primera “Pantera Negra”. Usualmente, cuando una película de esta magnitud tiene efectos visuales de baja calidad, es porque los artistas de VFX se quedaron sin tiempo para realizarlos, y parece que eso es lo que pasó con aquella película. Felizmente, al parecer no tuvieron dicho problema para “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre”. Sí, una que otra toma sufre del síndrome de “cabeza flotante”, y varias escenas en el reino de Talocan lucen demasiado oscuras y borrosas (pero esto se puede deber a la calidad de la proyección cinematográfica en los cines de nuestro país, así que le doy el beneficio de la duda al filme), pero en general, “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” es una película de fotografía colorida e intensa, y efectos digitales impresionantes y vistosos. Ciertamente no luce tan “lavada” y gris como varias otras entregas del MCU.

“Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” es una cinta que tenía todas las de perder, pero que gracias al talento de Coogler, ha terminado saliendo relativamente airosa. Sí, es demasiado larga y cuenta con demasiado finales; sí, el tono es a veces inconsistente, y cuenta con demasiadas subtramas y personajes secundarios (me encanta Martin Freeman, pero su Ross no podría ser más inconsecuente acá). Y sí, no todos quedarán contentos con cómo Boseman ha sido reemplazado en el rol de Pantera Negra. Pero en general, lo que tenemos acá es una secuela extremadamente emotiva y madura, que lidia con temas como la muerte, la venganza y el dolor de manera suficientemente elegante, sin olvidar que se trata de un blockbuster de superhéroes con harta acción. “Pantera Negra: Wakanda Por Siempre” es una experiencia satisfactoria; inferior a su predecesora, pero igual recomendable.

NOTA: La película cuenta solo con una escena adicional, en medio de los créditos.

Avance oficial:

70%
Puntuación
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