Atrapados en lo profundo

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A primera vista, “Atrapados en lo profundo” parece ser otra película de desastres más del montón —de esas producciones independientes y de bajo presupuesto que se estrenan en la cartelera local semana tras semana, y que pasan sin pena ni gloria. Felizmente, la película al final ha demostrado ser algo más. Sin llegar a ser particularmente fascinante, “Atrapados en lo profundo” me atrapó gracias a una premisa bien aprovechada, algunos momentos de tensión, y protagonistas suficientemente interesantes. El filme no carece de problemas, pero en términos generales, me sorprendió gratamente —quizás debido a que fui a verla con muy pocas expectativas.

La protagonista de “Atrapados en lo profundo” es Ava (Sophie McIntosh) una joven universitaria, hija del gobernador de Los Ángeles, que decide viajar a Cabos junto a su enamorado, el ingeniero Jed (Jeremias Amoore), y su amigo, el bromista Kyle (Will Attenborough). Pero como la chica se siente algo insegura desde el fallecimiento de su madre (quien murió ahogada), también viaja con su guardaespaldas, el siempre atento Brandon (el gran Colm Meaney). Las cosas parecen estar yendo bien, tanto cuando se encuentran en el aeropuerto como cuando entran al avión. Pero desgraciadamente, la situación no tarda en ponerse de cabeza.

Luego de que, ya en el aire, unos pájaros se chocan con la turbina del avión, esta termina destruyéndose, haciendo que se abra un agujero en uno de los costados de la máquina, y nuestros protagonistas caigan en medio del océano. Pero dentro de todo, tienen suerte: logran sobrevivir gracias a que se forma una burbuja de aire en la parte trasera del avión, donde también se encuentra la pequeña Rosa (Grace Nettle), su abuela, Mardy (Phyllis Logan), y el único tripulante de cabina en sobrevivir, Danilo (Manuel Pacific). Juntos, tendrán que encontrar alguna manera de escapar, lo cual será particularmente complicado, considerado que el avión se está hundiendo poco a poco, y que, encima, están rodeados de tiburones.

La premisa de “Atrapados en lo profundo” no carece de potencial. Se trata, después de todo, de un thriller de supervivencia que se lleva a cabo, mayoritariamente, en una sola locación (el interior del avión hundido), y que incluye secuencias de buceo, y por supuesto, a un buen grupo de tiburones acechando a nuestros protagonistas. Habría que ser particularmente inepto para malograr dicha trama, y felizmente el director Claudio Fäh hace un trabajo decente a la hora de desarrollar tensión y suspenso alrededor de la potencial supervivencia (o muerte) de estos personajes. “Atrapados en lo profundo” no es una película que los mantendrá nerviosos TODO el tiempo, pero al menos cuenta con suficientes secuencias de suspenso como para no aburrir o cansar.

Consideren, si no, la secuencia de choque, la cual es dirigida con suficiente intensidad, incluyendo momentos en los que vemos a personajes saliendo volando por los aires, a otros chocando con el techo o los asientos del avión, y a varios sufriendo de heridas terribles. Salvando las distancias, me recordó bastante a una escena similar en la excelente “La sociedad de la nieve”, de J.A. Bayona. O consideren, también, la expedición por parte de Ava al depósito del avión, para encontrar una maleta con equipo de buceo; o ciertos encuentros con tiburones por parte de ciertos personajes. Para mi (grata) sorpresa, “Atrapados en lo profundo” me hizo saltar varias veces, exprimiendo bastante bien la situación tan complicada en la que pone a sus protagonistas.

Lo cual, por supuesto, no quiere decir que se trate de una cinta extraordinaria. Se puede argumentar, por ejemplo, que se tarda un poco en arrancar, y que ciertas decisiones de estructura no contribuyen mucho a la historia (¿por qué, por ejemplo, comenzamos la historia con el personaje de Colm Meaney? La respuesta real es, “porque es el actor más famoso”, pero para efectos de la narrativa, no tiene mucho sentido). Y aunque, felizmente, la mayoría de efectos visuales son de buena calidad, sí hay cierta escena que involucra cadáveres flotando en el agua, en la que se nota a LEGUAS que estos no son más que maniquíes. Lamentablemente, esto último pone en evidencia las limitaciones presupuestales con las que contaban los realizadores de “Atrapados en lo profundo”.

Y a nivel de personajes, también tenemos un poco de todo. Por un lado, disfruté de la actuación de Sophie McIntosh; interpreta a Ava como una chica insegura, que no sabe qué quiere de la vida, que nunca se ha enfrentado a situaciones graves, y que ahora debe convertirse en una líder y tomas decisiones difíciles. Will Attenborough también está bien como Kyle; comienza la película de forma algo irritante, pero felizmente va mejorando mientras la historia avanza. Y los actores veteranos Phyllis Logan y especialmente Colm Meaney logran otorgarle algo de seriedad a la cuestión.

Pero por otro lado, tenemos a Jeremías Amoore como Jed; ciertamente no ayuda que su personaje no esté particularmente bien escrito, pero desgraciadamente, el joven actor no logra hacer mucho con el material que le dan, convirtiendo a Jed en una figura cobarde y hasta algo desesperante. Y aunque, como se mencionó líneas arriba, “Atrapados en lo profundo” cuenta con ciertas secuencias de innegable suspenso, también hay que mencionar que se torna un poco sosa durante el segundo acto, encerrando por mucho tiempo a sus personajes en un solo lugar del avión —la cabina de la tripulación—, y obligándolos a reaccionar a tiburones que pueden ver solo por una ventanita. Me imagino que esto también se debió a las limitaciones presupuestales ya mencionadas, pero igual no ayudan a mantener el ritmo de la historia.

No obstante, en términos generales, no la pasé mal con “Atrapados en lo profundo”. Se trata de un thriller sorprendentemente tenso, que con ciertas limitaciones igual llega a desarrollar situaciones de terror, presentándonos personajes que, sin llegar a ser tridimensionales, igual pasan por cierto arco de crecimiento y superación personal. La mayoría de actuaciones son de buen nivel, los efectos visuales son sorprendentemente decentes, y la experiencia entera se digiere en poco más de hora y media, lo cual es cada vez menos común en estas épocas. “Atrapados en lo profundo” logra resaltar de entre tanta producción barata de desastres, pues, y debería apelar a los fanáticos acérrimos de las emociones fuertes y los tiburones sedientos de sangre.

Avance oficial:

60%
Puntuación
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