Ni en tus sueños

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Es una pena que ya no se estrenen tantas comedias románticas hoy en día en el cine. Es una consecuencia de la proliferación de los blockbusters de gigantes presupuestos y grandes efectos visuales, lamentablemente, así como de la popularidad del cine de superhéroes (el cual, usualmente, me encanta). Muy poca gente va a ver películas medianas o pequeñas en la pantalla grande en estos tiempos —ese tipo de cine, poco a poco, se irá consumiendo más y más en la casa, a través de plataformas de streaming u otros servicios que salgan en el futuro. El cine independiente no ha muerto —simplemente ha cambiado de formato, ya que los multicines ahora sirven, más que nada, para pasar las producciones más recientes de Marvel o Star Wars. Es entendible, supongo, pero igual da pena.

Pero es precisamente por todo eso que da gusto ver una película como “Ni en tus sueños” en la cartelera local. Se trata, pues, de una comedia romántica de estructura clásica y sensibilidades modernas, la cual, como debería ser, se ve beneficiada por la química entre sus dos protagonistas, y por supuesto, su gran sentido del humor. No revoluciona el género ni mucho menos, pero al menos es de mayor calidad que, por ejemplo, la mayoría del filmes de similar corte que se estrenan a cada rato en Netflix. Prefiero ver a Charlize Theron y Seth Roger intercambiar groserías y fluidos corporales que ver otra “comedia” romántica de ínfimo presupuesto protagonizada por actores con el carisma de una tostadora.

En todo caso, al menos la premisa de “Ni en tus sueños” termina siendo bastante novedosa, por más que, en términos generales, la película no se salga demasiado de los parámetros del género. Rogen interpreta a Fred Flarsky, un periodista rebelde que acaba de ser despedido de su trabajo, luego de que su jefe (Randall Park) le informó que fueron comprados por una corporación liderada por el desagradable Parker Wembley (Andy Serkis). Desesperado y triste, Fred es animado por su mejor amigo, el hilarante Lance (O’Shea Jackson Jr.) para ir a una fiesta en donde tocarán los Boys 2 Men, y es ahí donde se reencuentra con Charlotte Field (Theron), quien solía cuidarlo cuando era niño, pero que ahora trabaja como Secretaria de Estado para el despistado presidente Chambers (Bob Odenkirk).

Pues resulta que Charlotte, ambiciosa y e influyente, quiere postularse a la presidencia para el siguiente término, y necesita de un escritor para que la ayude a mejorar sus discursos, y en general, la percepción que la población del país tiene de ella, especialmente ahora que se va a embarcar en un tour mundial para promover una iniciativa para combatir el cambio climático. Y es ahí donde entra Fred a tallar. Viajando juntos de país en país y trabajando arduamente en la campaña, los dos comienzan a enamorarse, lo cual, desgraciadamente, no le agrada a mano derecha de Charlotte, Maggie Millikin (Juan Diane Raphael), quien piensa que la simple presencia de Fred podría terminar por arruinar todos sus planes.

Lo más importante en una comedia romántica está en el desarrollo del romance central. Puede que suene un poco obvio, pero sorprendentemente, es ahí donde muchas películas fallan. Felizmente, ese no es el caso de “Ni en tus sueños”. Por más que las diferencias físicas y de personalidad entre Rogen y Theron sean tan evidentes, los personajes están tan bien desarrollados, y la química es tan palpable entre ellos, que uno termina creyendo en la relación, apoyándola siempre, y preocupándose cuando las cosas parecen no estar saliendo bien. Sí, Fred y Charlotte son muy distintos, pero las historias y opiniones que comparten los convierten en una pareja intrigante, y las escenas más dramáticas están suficientemente bien actuadas, como para que uno crea que están genuinamente enamorados. “Ni en tus sueños” no es una película sexy, precisamente, pero entre la comedia y el drama, logra generar un tono de romance bastante creíble, el cual la eleva de entre otras propuestas con ambiciones similares.

Obviamente las actuaciones ayudan mucho —una pareja de actores de menor nivel simplemente hubieran arruinado la producción desde un inicio. La versátil Theron ha tenido una carrera bastante interesante, habiéndose movido entre películas de acción (“Mad Max: Furia en el Camino”, “Atómica”), dramas (“Tully”) y comedias (“Mil maneras de morir en el oeste”) en los últimos años, y siempre dando una interpretación notable. Acá, sigue demostrando que su ritmo cómico es perfecto, desarrollando a Charlotte como una mujer brillante, ambiciosa e influyente, pero que poco a poco se va dando cuenta que es importante balancear la vida personal con la profesional, sin dejar de lado sus propias creencias. Es un personaje complejo —para estándares de comedia romántica, al menos— y Theron lo interpreta a la perfección.

Como Fred, Seth Rogen es adorable y gracioso —es decir, lo interpreta como a la mayoría de sus personajes en películas anteriores, pero sin llegar a ser desagradable o desesperante. De hecho, uno también se encariña con él porque lo desarrolla como un hombre con principios, algo intempestivo, de repente, pero muy honesto. Es hilarante durante las escenas de comedia, pero creíble y emotivo durante los momentos más dramáticos. Y más importante (y sorprendente): brilla en las escenas románticas con Theron, convirtiendo a esta pareja tan improbable en una a la que nos gustaría ver feliz.

Por otro lado, el reparto secundario hace, también, un buen trabajo. Es cierto que O’Shea Jackson Jr. tiene al personaje arquetípico del mejor amigo afroamericano, pero al menos lo aprovecha al máximo, protagonizando algunos de los momentos más graciosos de la película (muchos de los cuales parecen haber sido improvisados); Bob Odenkirk parodia a Donald Drumpf (presidente ensimismado, idiota, más interesado en la farándula que en su trabajo) sin llegar a imitarlo; June Diane Raphael resalta como Maggie, y Andy Serkis (ni siquiera sabía que estaba en la película antes de verla) está casi irreconocible como el desagradable Parker Wembley (pero hey, al menos ahora intercambió el motion capture por el maquillaje y las prótesis).

“Ni en tus sueños” tiene mucho qué decir sobre temas que son muy relevantes en la actualidad, aunque siendo una comedia romántica ligera, lo hace de manera bastante superficial. El filme juega bastante con los roles de género, por ejemplo (tenemos a una mujer empoderada y a un hombre de éxito limitado como protagonistas), y los personajes hablan, en algunos momentos, sobre las diferentes expectativas que tiene la sociedad de las mujeres y los hombres. Como se mencionó líneas arriba, cierto personaje podría considerarse como una parodia de Donald Drumpf, pero la sátira más evidente está dirigida a Fox News, cadena de televisión que es representada en la película por un programa de noticias conducido por dos hombres absurdamente machistas y homofóbicos, y una mujer que parece aceptar sus comentarios como algo completamente normal. Desgraciadamente, es algo que no está muy alejado de la realidad.

“Ni en tus sueños” es una película que se ve cada vez menos en la cartelera local: una comedia romántica bien hecha, protagonizada por dos actores muy talentosos. La mayoría de los chistes y gags funcionan, los momentos dramáticos se sienten honestos, y el guión incluye algo de comentario social, el cual contribuye tanto al drama como al humor. Sí, la cinta es algo previsible —especialmente si tienen mucha experiencia con el género—, pero no es algo que termine por arruinar la experiencia en general. “Ni en tus sueños” es entretenimiento ligero pero no estúpido, el tipo de película que me gustaría ver más en el cine, pero únicamente si es realizado con este nivel de calidad. Me encantan las películas de “Marvel” y “Star Wars”, y los buenos dramas que las distribuidoras nos traen ocasionalmente, pero no es lo único de lo que un cinéfilo puede vivir, desafortunadamente.

 

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