Hombres de Negro: Internacional

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La primera película de “Hombres de negro” con Will Smith y Tommy Lee Jones es una de mis preferidas de la infancia. Se estrenó en cines cuando tenía unos 6 años, y aunque no la llegué a ver en la pantalla grande —al menos que recuerde—, mis padres me la regalaron en VHS, por lo que terminé viéndola una y otra vez en casa, sin cansarme. Incluso a tan temprana edad había algo en esa película que resonaba en mí; de repente era el tono misterioso, o la estética tan particular manejada por el director Barry Sonnenfeld, o incluso el hecho de que se trate de una historia sobre aliens bastante novedosa. El punto es que el filme se convirtió rápidamente en uno de mis favoritos, e incluso en la actualidad la veo de vez en cuando, ya sea en la televisión, o en formato Blu-ray.

Las secuelas… son una historia aparte. Curiosamente, cuando recién se estrenó, disfruté bastante de “Hombres de negro II” (tanto así que tengo el libro del making-of y todo), pero en el tiempo me comencé a dar cuenta de lo inferior que es en comparación a su predecesora. Y aunque “Hombres de negro III” es una evidente mejora en relación a la segunda entrega, no llega recobrar del todo el encanto de la primera cinta. De hecho, luego de ver dicha película, me quedaba claro que ya no había forma de regresar al tono, estilo y calidad del filme original, por lo que lo mejor, al menos en ese momento, era dejar a la franquicia descansar en paz. Después de todo, con un Tommy Lee Jones cada vez más aburrido del Agente K, y un Will Smith poco interesado en volver a encarnar al Agente J, ¿qué más se podría hacer?

Pues resetear la franquicia… aunque no del todo. A pesar de tener nuevos protagonistas, “Hombres de negro: Internacional” es más un spin-off que otra cosa, comparable a las cintas de “Jurassic World”. Es decir, no se trata de una secuela directa de “Hombres de negro III”, pero se lleva a cabo en el mismo universo, haciendo referencia a los eventos de las primeras tres aventuras (especialmente la primera), e incluso trayendo de vuelta a Emma Thompson, quien nuevamente interpreta a la Agente O, jefa de la base norteamericana de los HdN (después de todo, la carrera de Rip Torn no está vivita y coleando, precisamente). No es una mala idea, y el producto final, aunque meramente correcto, entretenido, y superior, al menos, a la segunda parte, no le llega ni a los talones a la película original.

Pero eso era de esperarse, supongo.

La genial Tessa Thompson interpreta a la Agente M, quien luego de enterarse de la existencia de los Hombres de Negro cuando era niña, le dedica su vida adulta a investigarlos y tratar de encontrarlos… hasta que finalmente lo hace, lo cual, evidentemente, le permite convertirse en una de ellos. Es así que es enviada por la anteriormente mencionada Agente O (Thompson) a la base de Londres, donde, bajo las órdenes del Agente Alto T (Liam Neeson), tiene que unirse al afamado (pero increíblemente arrogante) Agente H (Chris Hemsworth) para detener a unos gemelos alienígenas que están en busca de una poderosa arma. Pero muy aparte de esos villanos, también tendrán que enfrentarse a un reto incluso más complicado: un topo (o doble agente) en la organización de los HdN.

Lo que hacía de la primera película de “Hombres de negro” una experiencia intrigante y misteriosa era el tono casi underground que manejaba, en donde los alienígenas vivían escondidos en una Nueva York sucia, oscura. Además, no tenía miedo de manejar conceptos ligeramente complejos —consideren, si no, la escena de la banca entre J y K, en donde el segundo le explica al primero que una persona es inteligente, pero que los seres humanos en masa son tontos y peligrosos. Dicho tono y temas fueron desapareciendo con cada secuela, razón por la que no debería sorprender el que “Hombres de negro: Internacional” haga uso de la misma premisa que la película original, pero para desarrollar algo bastante más ligero, y hasta por momentos, olvidable.

Lo cual no quiere decir que “Hombres de negro: Internacional” carezca de valor. De hecho, considero que se trata de una película bastante previsible, pero muy entretenida. Sí, las secuencias de acción no generan mucha tensión que digamos, pero disfruté del uso bastante imaginativo que se le dio a los gadgets de los agentes, así como a los poderes de ciertos alienígenas, especialmente los gemelos. Sí, el trabajo de maquillaje de Rick Baker se hace extrañar, pero los efectos digitales utilizados para generar nuevos extraterrestres y escenas de persecución y combate son competentes, y el diseño de la base londinense de los HdN homenajea a sobremanera a lo visto en la trilogía original.

De hecho, se podría decir que, por momentos, la película homenajea demasiado a sus predecesoras. La banda sonora, por ejemplo, hace un uso constante de los memorables temas de Danny Elfman de las aventuras de Will Smith y Tommy Lee Jones, por lo que nunca obtiene una identidad propia, especialmente considerando que se trata de un spin-off. Frank el Pug tiene un cameo, Emma Thompson tiene poco qué hacer como la Agente O, y los vehículos con peligrosos botones rojos están de vuelta. “Hombres de negro: Internacional” tiene todos los ingredientes necesarios para desarrollar una entrega decente de la franquicia, y aunque no los aprovecha tan bien para generar algo original, al menos ayudan a que se sienta coherente respecto a los filmes previos.

En todo caso, lo mejor de la película son sus dos protagonistas. Tessa Thompson es particularmente buena, otorgándole mucho estilo y carisma a la Agente M, y convirtiéndola en una protagonista con la que cualquiera podría identificarse, haciendo que el espectador observe y experimente este alocado mundo desde su perspectiva. M es competente, inteligente y fuerte, pero al ser una novata, todavía tiene algo que aprender de sus compañeros. Pero más importante: “Hombres de negro: Internacional” es la máxima prueba de que Thompson está lista para tener más papeles protagónicos. ¡Espero verla en muchas más películas en los años que vienen!

Por su parte, Chris Hemsworth está muy bien, interpretando a un personaje bastante distinto a Thor; arrogante, sí, pero algo torpe y con un secreto que ni él mismo conoce. Su química con Thompson es palpable, y su ritmo cómico, como ha demostrado ya en roles anteriores, es impecable. Liam Neeson le otorga dignidad y seriedad al rol del Agente Alto T, Rafe Spall interpreta a un rival algo detestable (ya lo han encasillado en roles así), Rebecca Ferguson es suficientemente intimidante como una vieja amante del Agente H, y Kumail Nanjiani es divertido y adorable como Pawny, un pequeño alienígena que ayuda a nuestros protagonistas en su aventura.

Sí, es cierto que “Hombres de negro: Internacional” es una película extremadamente previsible; adiviné el giro narrativo final a los quince minutos de haber comenzado. Y sí, también es cierto que, por la manera en que M logra encontrar a los HdN, uno comienza a dudar, incluso más que en los filmes anteriores, de su capacidad para mantenerse como una organización secreta. Pero fuera de las inconsistencias lógicas y las secuencias de acción algo planas, “Hombres de negro: Internacional” es una cinta entretenida, la cual se ve beneficiada por las excelentes actuaciones de sus dos protagonistas, y de la química tan evidente entre ambos. No es ni la mejor ni la peor entrega de la franquicia; se trata, más bien, de un blockbuster cumplidor, el filme perfecto para ver un día de semana en la noche, luego de un largo día de trabajo. A veces, eso es todo lo que uno necesita (especialmente si se va a ver con bajas expectativas….)

 

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60%
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