La Niñera, Always Be My Maybe, y Dolemite Is My Name

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Siguiendo con las recomendaciones temáticas, esta vez les traigo algo bastante específico: tres películas producidas por Netflix, las cuales, lógicamente, solo pueden encontrar en su respectiva plataforma (a nivel mundial, felizmente). Son tres películas muy diferentes —pertenecientes a distintos géneros, con diferentes actores y productores—, que solo tienen en común el hecho de que son exclusivas para Netflix. Y como ya he comentado y recomendado filmes bastante populares como “El lrlandés” (mi película del 2019) o “Historia de un matrimonio”, esta vez me he animado a ver propuestas un poco menos conocidas.

En fin. Lo que les traigo a continuación son tres películas recomendables por diferentes razones, y que deberían animarse a ver dependiendo del humor en el que se encuentran. ¿Tienen ganas de reír? ¿Ganas de asustarse? ¿Quieren ver algo romántico o sangriento? ¡Hay un poco de todo! Y además, sirven como evidencia de que, a pesar de que la calidad de las películas producidas por Netflix no es siempre muy alta que digamos, al menos se animan a apoyar producciones que tratan de hacer algo distinto, o por lo menos, altamente entretenido.

Veamos.

La niñera (2017)

Dirigida por McG
Escrita por Brian Duffield

“La niñera” es la mejor película en la filmografía de McG —lo cual, siendo justos, no es decir mucho, ya que el director de “Los Ángeles de Charlie” o “Terminator: la Salvación” no es el cineasta de nuestros tiempos, precisamente. Pero incluso si no se toma eso en cuenta, “La niñera” termina siendo un filme de terror bastante entretenido el cual, a pesar de no cumplir con todo lo prometido durante sus primeros veinte minutos de metraje, debería satisfacer a los fanáticos del género. Simplemente no la vean creyendo que va a ser algo tan transgresor o autoconsciente como, por ejemplo, la genial “La cabaña en el bosque”, de Drew Goddard.

La trama no carece de potencial. Judah Lewis interpreta a Cole, un niño de 12 años de pocos amigos que, a pesar de estar entrando a la adolescencia, todavía tiene una niñera: la sexy Bee (Samara Weaving), quien va a su casa cada vez que sus padres salen de “vacaciones” a un hotel. Todo cambia, sin embargo, cuando Cole decide levantarse en medio de la noche, y descubre que su amiga tiene un tenebroso (y sangriento) secreto. Asustado pero decidido a hacer algo al respecto, el chico tendrá que sobrevivir la noche y encontrar una manera de enfrentar a su niñera.

Primero lo primero: “La niñera” no es la película más progresiva de la historia. McG no parece ser un director particularmente maduro, al menos; el beso entre Bee y la porrista Allison (Bella Thorne), por ejemplo, no podría ser más ridículamente gratuito, haciendo uso del male gaze a más no poder. Pero fuera de ese tipo de críticas, “La niñera” funciona bastante bien como una película tipo slasher con algunos elementos cómicos. Las secuencias de persecución están dirigidas con energía, haciendo un bueno uso de la geografía de la casa y sus alrededores, y Cole termina siendo un gran protagonista, un chico que se ve obligado a madurar y a enfrentar sus miedos debido a las graves circunstancias en las que se encuentra. “La niñera” no es una película revolucionaria, y puede que abuse de los clichés del género (por más de que esté “consciente” de que los están usando), pero termina siendo una experiencia satisfactoriamente sangrienta y tensa.

Nota: este año se estrenará una secuela, con los mismos protagonistas y también dirigida por McG. ¡Ojalá se animen a lanzarla mientras sigamos en cuarentena!

Always be my maybe (2019)

Dirigida por Nahnatchka Khan
Escrita por Michael Golamco, Randall Park y Ali Wong

Admito que extraño las (buenas) comedias románticas. Y también admito que puedo haber disfrutado esta película mucho más de lo que normalmente lo haría; después de todo, me encuentro en cuarentena, bastante lejos de mis seres queridos. Pero no puedo dejar de pensar que, incluso si no tomo en consideración esos factores, “Always be my maybe” funciona bastante bien. Se trata, después de todo, de una historia consistentemente hilarante y con harto corazón, protagonizada por dos actores que hacen que la relación central se sienta verosímil y emotiva. “Always be my maybe” no revoluciona el género, pero no tiene por qué hacerlo; simplemente hace bien lo que tiene que hacer.

Nuestros protagonistas son Sasha Tran (Ali Wong) y Marcus Kim (Randall Park). De chicos eran mejores amigos, pero luego de que decidieron perder la virginidad juntos, terminaron separándose y tomando caminos muy diferentes en sus vidas. Muchos años después y ya de adultos, terminan reencontrándose en San Francisco; Sasha es ahora una chef de talla mundial, mientras que Marcus trabaja con su papá, y sigue tocando en una banda local. No obstante, y a pesar de que no podrían ser más diferentes, la chispa se vuelve a prender entre los dos. ¿Podrá el romance resurgir, y más importante, volver a funcionar entre Sasha y Marcus? (¿Ustedes qué creen?)

Lo más importante en una comedia romántica es que el romance se sienta verdadero, y que los chistes funcionen; es decir (y para sorpresa de nadie), una comedia romántica tiene que ser tanto graciosa como romántica. Y es por eso precisamente que “Always be my maybe” funciona. La química entre Wong y Park es palpable, muchos de los diálogos son hilarantes y autoreferentes, y los obstáculos por los que tienen que atravesar los personajes, aunque previsibles, tiene sentido en el contexto de la trama. Agréguenle a esto un Keanu Reeves desatado (se roba el show interpretando a una versión ficticia y exagerada de sí mismo), y “Always be my maybe” se convierte en una experiencia ligera y cómoda; no tiene muchas sorpresas, pero igual termina siendo muy satisfactoria. Si quieren sonreír durante poco más de hora y media, “Always be my maybe” es una muy buena opción.

Dolemite is my name (2019)

Dirigida por Craig Brewer
Escrita por Scott Alexander y Larry Karaszewski

Algunos reconocerán a Eddie Murphy (espero) debido a su stand-up, y a las comedias clásicas que protagonizó en los 80s, como “48 horas” o “Un policía de Beverly Hills”. Otros los recordarán por las comedias familiares en las que actuó en los 90s, como “Dr. Dolittle” o “El profesor Chiflado”. Y desafortunadamente, otros sabrán de él debido a las infames películas que protagonizó luego de ese periodo, como la nefasta “Norbit”, o la terrible “Mil palabras”. Felizmente, “Dolemite is my name” representa una suerte de retorno a sus épocas doradas para Murphy; es una película vulgar, exagerada, e hilarante. De lo mejor que ha hecho en años.

Murphy interpreta a Rudy Ray Moore, un comediante de la vida real que, en los años 70, decidió entrar al mundo del cine. Como ninguna productora grande quería apoyarlo, decidió escribir un guión junto a un conocido dramaturgo (interpretado acá por Keegan Michael-Key), y sin saberlo, inició el fenómeno del Blaxploitation. En “Dolemite is my name”, vemos el proceso de creación de su primera película, “Dolemite”, en donde interpreta al personaje del título: un experto en las artes marciales que llega para salvar el día, y tener sexo con todas las mujeres que pueda.

“Dolemite is my name” no es solo una película constantemente graciosa; se trata de una carta de amor a Rudy Ray Moore y al subgénero del Blaxploitation, una cinta que explora la manera en que un hombre ambicioso y con un sueño en particular, fue capaz de hacer una película con poco presupuesto, pero mucha pasión. Murphy está genial como Moore; es su mejor actuación en años, exagerada (e hilarante) cuando tiene que serlo, pero creíble también en las escenas más dramáticas. Y felizmente está rodeado por un reparto de lujo; destacan el siempre divertido Craig Robinson, y por supuesto, Wesley Snipes, quien interpreta a D’Urville Martin, el director de la película. “Dolemite is my name” nos cuenta una historia muy particular, y lo hace con mucho estilo y hartas malas palabras; tal y como al Rudy Ray Moore le hubiese gustado.

3 Comentarios
  1. […] “Dolemite is My Name” – hilarante comedia basada en hechos reales, que significó el verdadero retorno de Eddie Murphy a nuestras pantallas. El próximo año continuará la buena racha (esperemos) con la secuela de “Coming to America”. […]

  2. […] “Dolemite is My Name” – hilarante comedia basada en hechos reales, que significó el verdadero retorno de Eddie Murphy a nuestras pantallas. El próximo año continuará la buena racha (esperemos) con la secuela de “Coming to America”. […]

  3. […] “Dolemite is My Name” – hilarante comedia basada en hechos reales, que significó el verdadero retorno de Eddie Murphy a nuestras pantallas. El próximo año continuará la buena racha (esperemos) con la secuela de “Coming to America”. […]

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